Sin mujeres baserritarras no habría ni huertas ni mercado
En 1512, un voraz incendio destruyó la villa de Ordizia. Para contribuir a las labores de reconstrucción, la reina Juana la Loca de Castilla concedió la facultad de celebrar mercado franco todos los miércoles del año.
GARA
Este hecho se considera como el impulso definitivo para que la Feria de Ordizia se afianzase y llegase hasta la actualidad, a pesar de que ya desde los siglos XI-XII se comenzaron a celebrar los primeros encuentros mercantiles alrededor de la ermita de San Bartolomé.
500 años después, Ordizia conmemoró el centenario de la Feria, «que ha derivado en una actividad consustancial con la evolución del propio municipio», según destacó el Ayuntamiento.
Cinco siglos después, la feria se sigue realizando en el corazón de Ordizia, su casco antiguo, y ha permitido a la localidad gozar de una posición preferencial en el entorno, focalizando muchas de las actividades comarcales y desplegando un nivel de infraestructuras y desarrollo urbanístico hasta convertirse en la cabecera de la comarca.
En la base de todo ello, está la labor diaria de los baserritarras, que cada semana bajan lo mejor de sus huertas a la Plaza de Ordizia. Es un ejemplo de producción de primera calidad elaborada en el entorno de los consumidores. De la huerta a la mesa, pasando por la Plaza.
Por ello, uno de los actos centrales de la celebración del quinto centenario fue el homenaje a los baserritarras. Tanto el alcalde de Ordizia, Igor Eguren, como el diputado general de Gipuzkoa, Martin Garitano, destacaron su importancia y, especialmente, la de las mujeres, verdadero sostén de la mayoría de los caseríos.
«Detrás de la amplia oferta que vemos en el mercado hay un duro trabajo: plantar, recolectar, presentar adecuadamente, transportar y ofrecer al comprador. No vemos todo eso y, habitualmente, no lo valoramos. En mucho casos, además, detrás de todo ello está el callado trabajo de las mujeres baserritarras. Por eso, queríamos mostrar hoy nuestro agradecimiento a las mujeres baserritarras», destacó Garitano.
En el acto institucional de reconocimiento a las baserritarras que se celebró en el centro de interpretación D'elikatuz, además de Eguren y Garitano, participaron el viceconsejero de Pesca e Industrias Alimentarias del Gobierno de Lakua, Jon Azkue; el diputado foral de Innovación, Jon Uriguen; y Koldo Lizarralde, director de Agricultura y Desarrollo Rural de la Diputación de Gipuzkoa. Todos los asistentes pudieron ver un documental sobre la labor de las mujeres baserritarras.
Posteriormente, acudieron a la Plaza precedidos por la banda de txistularis, donde se hizo un homenaje popular, en el que el intervino el bertsolari Iñaki Murua. Las baserritarras recibieron una placa conmemorativa en una Plaza repleta de gente, en vez de las habituales hortalizas. Y es que ayer era domingo y no miércoles, por lo que había celebración pero no mercado.
La actuación de dos jóvenes bertsolaris y la danza del aurresku en honor de las homenajeadas precedió a la foto de familia.
El de ayer fue uno de los actos más destacados de la celebración del quinto centenario de la Feria de Ordizia, pero la efeméride estará presente en otras fechas, como Artzai Eguna (11 de abril), Euskal Jaiak (5 de setiembre), la Feria Medieval (12 y 13 de mayo, que rememorará la real facultad concedida el 15 de mayo de 1512) y la Feria Blanca de Navidad (26 de diciembre).
Asimismo, todos los últimos miércoles de mes, los comerciantes de Ordizia sacarán sus productos a la calle, convirtiendo la localidad en un mercado al aire libre con múltiple variedad de producto. De febrero a julio, además, todos los miércoles, una veintena de bares ofrecerán pincho-pote a 1,50 euros.