
CR�TICA Exposici�n de Est�baliz S�daba
Nadie esperaba que ellas tuvieran talento

Marcelo EXP�SITO
El trabajo de la artista vasca Est�baliz S�bada emergi� con fuerza en la d�cada de 1990 junto al de compa�eras de generaci�n como Carmen Navarrete, Mar�a Ruido, Ana Navarrete, Carmen Sigler y Cabello/Carceller. Frente al posmodernismo �blando� y formalista que era dominante en el arte contempor�neo espa�ol, el trabajo de todas ellas dio cuerpo en nuestro contexto a la alianza entre posmodernismo �cr�tico� (o de resistencia) y feminismo que tematiz� Craig Owens en su cl�sico ensayo incluido en la colecci�n editada por Hal Foster (�La posmodernidad�), traducida al castellano en 1985. Adoptando inteligentemente la cr�tica de la representaci�n y la teor�a f�lmica feministas, estas artistas han construido un discurso feminista del arte que hist�ricamente hab�a sido inexistente o invisibilizado en nuestro pa�s. Pero tambi�n las conecta una caracter�stica en negativo. Han tenido que pelear en un entorno hostil que ha ejercido sobre su trabajo una doble discriminaci�n: o bien ha sido desatendido por su car�cter pol�tico y feminista, o bien se ha visto habitualmente relegado a los nichos tem�ticos de las exposiciones �de g�nero�.
La trayectoria de S�bada es protot�pica de la diferencia irreconciliable y la distancia cr�tica que las pr�cticas feministas instalan en el interior de la instituci�n art�stica, cuya distinci�n entre un adentro y un afuera el feminismo frecuentemente no respeta. El trabajo de S�daba se despliega en m�ltiples soportes y medios de distribuci�n, con especial predilecci�n por aquellos emparentados con la cultura popular de masas y caracterizados por su f�cil accesibilidad (fotograf�a anal�gica y digital, publicaciones de bajo coste, postales y carteles, v�deo). No por azar, S�daba sostiene con Azucena Vieites desde 1994 �como una parte sustancial de su propio trabajo� el colectivo Erreakzioa-Reacci�n, caracter�stico de c�mo la pr�ctica feminista inserta modos de hacer colaborativos en el interior de un sistema del arte competitivo: el primer seminario-taller que organizaron en Arteleku en 1997, �S�lo para tus ojos: el factor feminista en relaci�n a las artes visuales�, un hito en el arte contempor�neo local, constituy� un caracter�stico dispositivo art�stico, pedag�gico e informativo de las pol�ticas feministas.
Las im�genes producidas por S�bada se resisten a ser estabilizadas, siendo habitual que fluct�en entre formatos o se vean recicladas. Sus propuestas se captan mejor mediante la lectura en series, y corren el riesgo de ser malinterpretadas si se las somete al juicio de la mirada que singulariza la �obra� como una forma cerrada. Su potente serie videogr�fica de la segunda mitad de los noventa est� ejecutada de manera extremadamente sencilla: acciones contundentes filmadas �ntegramente sin posproducci�n. En �Kill Yr Idols�, la artista cubre su cabeza con recortes del �Cosmopolitan� hasta empaquetarla anulando sus sentidos, citando as� �program�ticamente� un hist�rico fotomontaje de John Heartfield. La progresiva sofisticaci�n de sus puestas en escena � en racimos de v�deos realizados durante la d�cada de 2000� no abandona sin embargo un repertorio b�sico de principios formales: ejecuciones eficaces, fluctuaci�n de las representaciones entre diferentes soportes, apropiacionismo y reciclaje de los textos visuales y escritos hasta llegar a perderse el rastro de su origen. S�daba es consciente del flujo constante que en el capitalismo semi�tico existe entre la innovaci�n imaginativa de los sujetos, la captura de sus representaciones por los dispositivos comerciales, de nuevo su reapropiaci�n aut�noma o cr�tica, y as� sucesivamente.
La serie fotogr�fica �Citas desviadas� tematiza de nuevo una constante del trabajo de S�bada: la discriminaci�n de g�nero que adopta formas sutiles o civilizadas. La artista menciona el �desv�o� situacionista como una inspiraci�n para esta serie. No obstante, all� donde el d�tournement preservaba la heterogeneidad entre las im�genes apropiadas y la intervenci�n correctora �desde una cierta condescendencia ilustrada hacia los materiales producidos por la cultura popular de masas�, los montajes fotogr�ficos de S�bada instalan una ambivalencia inquietante. Las fotograf�as que sirven de base, apropiadas de revistas de moda, recuerdan sin embargo a im�genes anteriormente producidas por la propia artista (cuerpos captados en el momento de desnudarse o perdiendo el equilibrio). Los textos escritos sobre ellas son unas veces agresivos (��De qu� hablabas antes de que te interrumpiera con educaci�n?�); otras, inc�modamente ir�nicos (�Ya ves, nadie esperaba que yo tuviera talento�); rozando a veces sin m�s el absurdo (�Del arte me gustan todos los movimientos menos la performance y el fluxus, porque, adem�s de ser de mal gusto, dejan un amargo sabor de boca y turban el cerebro�).
�Qui�n es el sujeto de enunciaci�n en estas fotograf�as? �Y a qui�n interpelan? S�daba, �ltimamente atenta a una pulcra ejecuci�n de las im�genes, inscribe ahora esos escritos sobre las im�genes con aparente negligencia, como garabatos dibujados con bol�grafo en un rato de aburrimiento. Como si �cualquiera� pudiera hacerlos. Como si el cuerpo y la voz de cualquiera pudiera convertirse, en un momento de distracci�n, en la escena sintom�tica de la diferencia sexual codificada o de la discriminaci�n de g�nero.
Exposici�n: �Est�baliz S�daba, citas desviadas�.
Lugar: Espacio Polivalente del Colegio Oficial de Arquitectos Vasco-Navarro,
Alameda de Mazarredo, 69-71, bajo, Bilbo.
Fecha: Hasta el 26 de marzo.
M�s informaci�n: http://www.coavnbiz.org.