Victoria de Bilbao Basket en Sevilla tras dos prórrogas
El cansancio no existe, solo la gloria
Bilbao Basket se impuso en doble tiempo extra, con un Jackson espectacular. El partido fue una locura que confirma a los bilbainos en puestos de play off.
BANCA CÍVICA 108
GESCRAP BILBAO BASKET 110
Arnaitz GORRITI
Vuélvanse locos con este deporte y con Gescrap Bizkaia Bilbao Basket, sean ustedes hinchas de los hombres de negro, o no. ¿Qué mejor que manera de acabar una semana con dos partidos ante el mejor equipo de Europa y el viaje de ida y vuelta a Moscú que con dos prórrogas? Pues así fue como ganó Gescrap Bizkaia Bilbao Basket en Sevilla. Cuando hay un objetivo que se desea de veras, no existe el cansancio, solo la gloria.
¿Por dónde empezamos? Por ejemplo, el final del «tiempo reglamentario», con 74-72 tras triple de English, en el contexto de un cuarto casi finiquitado por Josh Fisher, después de haber ido a remolque en todo el partido. Último minuto del último cuarto de un partido loco. Tapón de Bogdanovic a Banic cuando el de Zadar estaba solo bajo canasta; robo de Raül López y pase para Jackson, que falla. Tiros libres que falla Calloway, rebote para López... que se la regala a Calloway. Con 77-76 y 6 segundos por jugarse, dos tiros libres que falla Bogdanovic -héroe local del partido-, y quinta falta de Fischer. Triguero anota el 79-76 y, sobre la bocina... ¡triplazo de Mumbrú! Prórroga.
Y en el primer tiempo extra, siete puntos seguidos de Jackson, una asistencia casi clave para un triple de Josh Fisher, y dos tiros libres de Vasileiadis. Pero el Banca Cívica reaccionaba y, de la mano del exbaskonista Carl English, empataba a 91 a falta de 7 segundos. Esto no es sano, pero es lo mejor.
¡Viva el descontrol!
Tiempo muerto de Katsikaris y... pedrada desde 8 metros sin venir a cuento de Vasileiadis. Nueva ración de basket a lo loco. En efecto, el alero heleno a veces se vuelve loco; hay que quererlo así, porque es capaz de meterlas incluso en plena «tarumba».
Un poco más de show, sin Davis por parte de Banca Cívica, ni Grimau y D'Or Fischer por parte bilbaina. Pues ahí, con el cansancio camino de Bilbo por puro aburrimiento, Bilbao Basket se marcaba un segundo tiempo extra genial. Jackson emulaba a Rajon Rondo, Banic barría un rebote clave y el «loco» Vasileiadis clavaba un triple, este sí, pertinente y necesario: 93-98.
Pero Txemi Urtasun -que también jugó para el club bilbaino hace algunas temporadas- se dijo que para chalado, él, respondiendo con un «dos más uno», y Earl Calloway empataba con dos tiros libres. ¿El cuento de nunca acabar? Pues no, porque Banic anotaba el 98-100 y Ajax, que al fin se ganó al apelativo tras mucho tiempo de mediocridad, el 98-102. Mumbrú atinaba a robar un pase forzado -tirado en el parqué al conquistar un rebote «subterráneo»- de Triguero y Banic, tras asistencia de Jackson, subía desde la línea de 4,70 el 98-104. Un respiro.
Pero pequeño. Bogdanovic arrimaba al Banca Cívica a tres puntos y Jackson perdía el balón. My name is Luka tuvo un triple libradísimo para igualar a 104... pero falló, y Bilbao Basket se hizo con el rebote. Y Jackson, otra vez desde los tiros libres, ponía la puntilla al partido. O casi. Ni cuando Mumbrú elevó el 105-110 se rindieron los sevillanos que, de la mano de Urtasun, sin tiempo para más, lograba un triplazo que ponía el 108-110 definitivo. Sin palabras.
Triunfo cooperativo
Esta bendita locura incrusta más que nunca a los de Katsikaris en la pelea por el play off, toda vez que suman su decimocuarta victoria, una más que un Banca Cívica que se cae de entre los ocho primeros.
En el plano de las aportaciones personales, aunque Aaron Jackson se lleve casi todos los elogios, hay que reconocer que el trabajo «cooperativo» de los de Fotis Katsikaris fue la clave. Sufrieron con el rebote, pero lo solventaron juntos; sufrieron una sequía triplista, y lo solucionaron pasándose el balón; sufrieron ante Calloway, Urtasun y Bogdanovic, y emergieron Fisher, Jackson, Mumbrú, Banic, Vasileiadis, Hervelle... Cuando el objetivo es uno y claro, no hay cansancio que valga.
Durante el tiempo de las dos prórrogas, en el que sumó 15 tantos, Jackson fue el líder, pero el de Hartford nada habría podido hacer sin la respuesta colectiva a los problemas del duelo por parte de los hombres de negro, que fueron más equipo que nunca.
Josh Fisher juega pocos minutos, y no en todos los partidos. Pero el base-escolta hispano-estadounidense cumple casi siempre. Y ayer, en los minutos del último cuarto en que participó, sostuvo a Bilbao Basket. Es un gran pofesional y se merece los aplausos.
Esto no para, ni falta que hace. Gescrap Bizkaia Bilbao Basket podrá ahorrarse los viajes, pero no los esfuerzos en otra semana con dos o -quién sabe- tres partidos, todos ellos a diputarse en Miribilla.
Primero será el tercer duelo de Euroliga ante el CSKA de Moscú, el miércoles 28 a las 19.00. Con la heroica victoria de ayer, seguro que el Bilbao Arena reventará las gradas y empujará para, al menos, forzar el partido del viernes.
Con cuarto partido, o sin él, los de Katsikaris cerrarán la semana el domingo a las 12.30, de nuevo en casa, ante el Gran Canaria. Con la derrota sufrida la pasada campaña, en plena huega de controladores de vuelo, el duelo tiene morbo especial. A.G.