Esta bonita cumbre se encuentra en la antesala de la grandiosa Sierra del Toloño. Además, gran parte de su recorrido discurre por un estrecho sendero de montaña. De esos de los bonitos, de los que nos gustan. No tenéis excusa para no pasaros por él.

Aprovecho para animaros a ir a comprar pan al honor de Peñacerrada. Y es que el pan de dicho sitio está «cuajanudo». Pero bueno, la verdad es que yo no soy objetivo. A mí para que algo de comer no me guste, ya tiene que estar malo. La comida es mi perdición. Ya lo solía decir mi abuelo, «Come sin conocimiento, y trabaja con él». Yo era muy pequeño entonces y no sé si lo diría por mí. Pero vamos, que a veces algo identificado me siento.

Desde el pueblo de Moraza nos dirigiremos a la zona sur del pueblo, esto es, a la zona que está más alejada de la iglesia. Desde ese lugar sale una pista que más tarde se convierte en sendero. Es ascendente y va dirección oeste. Con estas referencias seguro que la identificáis sin problema. En unos 5 minutos llegaréis a unas larras, donde hay un depósito de aguas. Si nos ponemos mirando hacia dicho depósito desde abajo, esto es, con el monte de frente, veremos que desde la construcción salen dos caminos. Uno hacia la izquierda y otro hacia la derecha. Cogeremos el de la izquierda. De esta manera, ascenderemos suavemente por esta agradable pista. Una pista que tiene tramos muy abruptos. No es la típica pista de monte pesada y fea, casi da la impresión de que estamos andando por un sendero.

Atentos, ya que cuando llevemos 1'2 kilómetros desde que salimos del pueblo, esto es, unos 25 minutos, veremos a nuestra derecha dos mojones. Estos dos mojones nos indican la ascensión a la cima del monte. Así que abandonaremos la pista y la emprenderemos por este nuevo sendero. Os recomiendo andar alerta. Ya que a veces se difumina un pelín dicho camino. Sin embargo, si andamos con los cinco sentidos, no tendremos ningún problema. Durante nuestra ascensión por el sendero veremos algún manantial que otro. Y de esa manera tan simple y deliciosa apareceremos como por arte de magia en la cumbre del monte Moraza (1.054 m). Tampoco es que sea una cumbre muy prominente, porque la parte final del monte es muy aplanada y hay mucho matorral. Pero la satisfacción de haber subido es la misma.

Ahora tenemos dos opciones. La primera consiste en volver por donde hemos subido. Simplemente consiste en retroceder sobre nuestros pasos. La segunda opción alarga algo más la excursión. Pero nos exige hacer combinación de coches o la tan socorrida bicicleta. Yo siempre recomiendo la bicicleta. Y es que de esta manera podemos hacer dos actividades en uno, andar y pedalear, ¡vaya chollo!

Para ello desde la cumbre tomaremos dirección oeste. Andaremos por la pista que va por el filo de la sierra. Y lo haremos hasta llegar al primer collado que veamos. Desde ese collado, hacia el norte sale un camino muy evidente que nos deja sin pérdida en el pueblo de Tobera. Desde ese pueblo, como antes he comentado, podemos volver por carretera al pueblo de Moraza. Si vamos en bicicleta podemos coger una primera pista que nos deja en el pueblo de Villanueva de Tobera. Desde allí una segunda pista, esta algo más complicada de encontrar, nos lleva al pueblo de Moraza, donde terminaremos nuestra excursión de hoy.