Triunfo ante Estudiantes
Zurbano despierta gracias al gran final de Heurtel
El conjunto baskonista rompió el duelo en el cuarto final, después de haber sufrido ante un Estudiantes que aguantó mientras resistió el físico de Gabriel y Granger. San Emeterio se retiró lesionado del soas.
CAJA LABORAL BASKONIA 89
ESTUDIANTES 74
Arnaitz GORRITI
La hinchada baskonista necesita ilusionarse, aunque sea que le cuenten un cuento. La ilusión vistió con el número 55 y se llama Andrés Nocioni. Resultó conmovedora la bienvenida de los aficionados al alero de Santa Fe, más aún si se compara con la frialdad con la que vivió hasta el último cuarto de un encuentro que aireó muchas de las miserias del Baskonia. Un Estudiantes peleón y ordenado dio muchísima guerra gracias a su acierto en el tiro, con Jason Granger y Germán Gabriel como jefes de los del Ramiro.
Al final, fue Heurtel quien acabó rompiendo el partido, pero durante el primer cuarto, Lampe fue el primer ejecutor baskonista, logrando seis tantos, y mostrando una superioridad bajo el aro que luego costaría que se repitiera. Mientras, solo Gabriel daba la réplica por parte estudiantil en este inicio.
El Baskonia amagó con una primera escapada tras lograr un parcial de 8-0 y adelantarse por 22-17. Pero fue el cuadro madrileño quien dio el estirón, devolviendo a golpe de triple el parcial -anotarían hasta 8 antes del descanso, aparte de 15 tiros libres, cargando con tres faltas a Teletovic-, hasta llegar a un máximo de siete puntos, 38-45, reducido a la mínima expresión gracias a dos triples de Prigioni -11 tantos al descanso-, uno de ellos sobre la bocina y desde casi media cancha. La peor noticia de esta primera mitad fue la retirada de San Emeterio con una distensión muscular en el soas, aunque Ivanovic en su conferencia de prensa mencionó la palabra «rotura».
Al final decide Heurtel
El tercer cuarto fue una sucesión de errores casi inacabable, durante la cual Estudiantes, que de pronto se olvidó de meter triples, solo vivió de Gabriel, mientras que el Baskonia sumaba indecisiones y errores.
Por fortuna, un triple de Oleson puso el choque 59-57 al inicio del último cuarto, y fue preludio de la barrida gasteiztarra. No por el alaskeño, sino por los minutos de Heurtel, que le metió una marcha más al duelo, mientras que Gabriel y Granger boqueaban. Era el momento de decidir el partido.
Debido a la velocidad extra del base francés, que sumó sus 7 tantos y 5 de sus 6 asistencias en estos diez últimos minutos, el Baskonia abrió brecha de una vez por todas -en exceso-, logrando que la necesitada afición gasteiztarra pudiera disfrutar y volver a ilusionarse un poco.
Luciendo la camiseta con el dorsal 55, el argentino agradecía con gestos y una amplia sonrisa la gran acogida, a la vez que manifestaba sentirse «feliz y contento de estar acá otra vez».
El «Chapu» Nocioni aseguraba estar «orgulloso de ser parte de la familia del Baskonia», antes de enviar un nuevo «saludo muy grande a toda la gente».
Después de siete temporadas en la NBA, el alero argentino regresa al Caja Laboral Baskonia, donde espera «hacer las cosas que siempre he hecho para poder ayudar a los equipos en los que he jugado».
Sin tanta felicidad en el rostro, Dusko Ivanvic lamentaba la «falta de agresividad y de decisión en muchos momentos» en la primera mitad. «No solo se notó en las canastas que nos metieron, sino también en los tiros libres que nos lanzaron. En la segunda parte jugamos con más paciencia y, con dos pequeños bases, estuvimos mejor», afirmó el técnico montenegrino.
Sobre los minutos de Heurtel, Ivanovic dijo que «atrás no empezó bien y eso le da desconfianza en ataque. En la segunda mitad, jugando de escolta con Pablo -Prigioni-, encontró más espacio». GARA
