Obama pone en Corea del Norte el foco de la cumbre nuclear
El presidente de EEUU advierte a Pyongyang de que cortará la ayuda alimentaria si insiste en lanzar un satélite con un cohete de largo alcance
GARA | SEÚL
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, advirtió ayer a Corea del Norte contra su proyecto de lanzar un satélite al espacio a través de un proyectil de largo alcance, como ha anunciado el Gobierno de Pyongyang, mientras medio centenar de líderes mundiales llegaban a la vecina Corea del Sur para participar en la cumbre nuclear.
Obama advirtió que este lanzamiento, previsto a mediados de abril, solo «aumentará el aislamiento» de Corea del Norte. «No conseguirá nada con amenazas o provocaciones», afirmó el presidente estadounidense en rueda de prensa con su homólogo surcoreano, Lee Myung-Bak.
Además, se preguntó «quién maneja los hilos» realmente en el régimen norcoreano. «Es difícil hacerse una idea de Kim Jong-un, en parte porque la situación en Corea del Norte parece agitada. No se puede saber con exactitud quién maneja los hilos y cuáles son sus objetivos a largo plazo», afirmó. Kim Jong-un sucedió a su padre Kim Jong-il a su muerte a mediados de diciembre.
Corea del Norte se había comprometido con Washington a mantener una moratoria sobre sus lanzamientos de misiles, ensayos nucleares y enriquecimiento de uranio a cambio de ayuda alimentaria, pero ha anunciado el lanzamiento de un satélite mediante un misil de largo alcance que, para Washington, es en realidad una prueba de un misil balístico.
Al anunciar el lanzamiento, el régimen norcoreano defendió que «el uso pacífico del espacio» es prerrogativa de todos los países e invitó a los inspectores de la AIEA a visitar sus instalaciones nucleares. Pero a la vez, Pyongyang denunció «la provocación que se avecina en la próxima cumbre de Seúl» y dijo que «cualquier declaración sobre la cuestión nuclear de Corea del Norte será considerada una declaración de guerra».
Además, Obama criticó que el intento de China para tratar de moderar los planes de su aliado, no está llevando a «un cambio fundamental» en el comportamiento de Pyongyang.
Japón prepara sus defensas
Tanto Washington como Seúl advirtieron de que responderán a Corea del Norte. «El presidente Obama y yo nos hemos puesto de acuerdo para responder con firmeza a todas las provocaciones y todas las amenazas del Norte y para continuar reforzando la defensa EEUU-Corea del Sur» subrayó el presidente surcoreano, Lee Miyung-bak.
Durante la mañana de ayer Obama visitó la zona desmilitarizada, un franja de 248 kilómetros que separa la península coreana desde el fin de la guerra, aunque nunca llegó a firmarse un tratado de paz. La arenga del presidente estadounidense a sus soldados subrayó que estaban en «la frontera de la libertad» y subrayó los contrastes entre ambas zonas. Hoy tiene previsto entrevistarse con sus homólogos chino, Hu Jintao, y ruso, Dmitri Mendvedev.
El pasado febrero Pyongyang dio la impresión de retomar la vía negociadora sobre su programa nuclear al aceptar su moratoria a cambio de ayuda alimentaria, pero el sábado el ministro de Asuntos Exteriores norcoreano anunció que los preparativos para el lanzamiento del misil «han entrado en una fase de acción total». Según Seúl, la parte principal del cohete ya ha sido transportada a su base de lanzamiento, en Tongchang-ri, al noroeste del país.
Japón ordenó el viernes la preparación de sistemas de defensa antimisil, capaces de destruir el cohete si amenaza el archipiélago. «He ordenado preparar el desplazamiento de los sistemas PAC-3 y navíos de guerra equipados con Aegis», declaró el ministro de Defensa, Naoki Tanaka.
El satélite de Corea del Norte ha dejado en un segundo plano el que se anunciaba como propósito principal de la cumbre nuclear que hoy comienza en Seúl. Más de 50 líderes, jefes de estado y de gobierno, así como los representantes de la ONU, la Unión Europeas y la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA), tomarán parte en la II Cumbre de Seguridad Nuclear en Seúl como continuación de la que hace dos años, en Washington, se comprometió a «fortalecer la seguridad nuclear global a través del diálogo y la cooperación con todos los Estados». Entonces se situó al denominado «terrorismo nuclear» como principal punto de la agenda, con la intención de evitar que grupos armados ajenos a los Estados consiguieran uranio o plutonio enriquecidos. Para ello, adoptaron una declaración no vinculante de doce puntos y la promesa de «fortalecer la seguridad nuclear global a través del diálogo y la cooperación de todos los Estados». Entre los escasos acuerdos concretos de 2010 figuraba el pacto entre Estados Unidos y Rusia para deshacerse de al menos 34 toneladas de excedente de plutonio altamente refinado, suficientes para producir 17.000 armas nucleares. Medidas de cooperación para combatir la amenaza del «terrorismo atómico», proteger los materiales e instalaciones relacionadas y prevenir el tráfico ilícito de material nuclear son los principales temas de la cumbre. Buscan evitar que grupos armados accedan a las «bombas sucias». También tendrán lugar encuentros bilaterales sobre otras cuestiones al margen de la agenda, como los programas atómicos de Irán y Corea del Norte. GARA
«Todas las partes deben mantenerse en calma, dar prueba de contención y evitar los actos que podrían complicar la situación», declaró el portavoz del Ministerio chino de Asuntos Exteriores, Hong Lei.