Gran espectáculo anotador
Así se le gana al Madrid
Los donostiarras, más fieles que nunca a su estilo, lograron su primera victoria sobre el equipo blanco.
LAGUN ARO GBC 98
REAL MADRID 90
Jon ORMAZABAL
Entrar en playoff y comenzar la recolecta de títulos son los próximos retos de Lagun Aro GBC, después de que el equipo de Sito Alonso lograra ayer, y de qué manera, romper una de la últimas barreras que le quedaban, superar al Real Madrid.
En una jornada en la que los aficionados al deporte del herrialde mascullaban el rácano y erróneo planteamiento de Montanier en el Bernabéu, la sección baloncestística del gigante blanco devolvía la visita a Donostia y GBC sí que supo cómo ganarles.
Como sucede en la hierba, el Madrid de baloncesto actual destaca por su poder ofensivo -es el máximo anotador de la ACB- pero lejos de tratar de esconderse en extrañas tácticas defensivas, todo el GBC fue más fiel que nunca al estilo impuesto por Sito Alonso y consiguió un gran triunfo, tanto en el fondo como en la forma, con una oda al basket ofensivo.
Porque sin perder rigor atrás y sabiendo en cada momento lo que cada uno de ellos tenía que hacer, con respeto pero sin miedo, Lagun Aro respondió al juego alegre de los de Laso con transiciones aún más rápidas, mayor fluidez y acierto en sus vertiginosos ataques e Ilunbe disfrutó como nunca.
Así, al margen de los puntos y triples de los de siempre -Panko, Vidal, Salgado y Baron-, las seis asistencias y el triple y la recuperación de Papamakarios a tres minutos del final y el trabajo atrás de Doblas y Betts, hicieron que nadie tuviera que acordarse de que el MVP se marchara a vestuarios en los minutos más calientes, tras una segunda antideportiva bastante rigurosa por falta a Mirotic.
Pero lo mejor fue que, independientemente del marcador final o de esta discutida acción, el público de Ilunbe disfrutó desde el primer al último minuto con lo que su equipo le propuso. Porque en tiempos de basket control, GBC y Real Madrid se lanzaron a tumba abierta y el espectáculo lo agradeció. Tras una gran primera parte en la que de la mano de Panko, Vidal y Salgado los donostiarras manejaron una renta de hasta 15 puntos, los blancos, gracias a su juego exterior, recuperaron el control del partido nada más volver del descanso, con un parcial de 0-13. Pero los locales no cedieron, el partido se volvió loco y en los minutos finales, los tiros libres obraron la gesta.