La conferencia sobre la solución al conflicto de Colombia celebrada en Lausana desde el pasado viernes, contó con la participacion de representantes de la sociedad civil, exguerrilleros, expertos en derechos humanos y representantes sindicales que, durante tres días, debatieron en numerosos grupos de trabajo, las soluciones al conflicto colombiano.

La representante de Colombianos y Colombianas por la Paz, la exsenadora Piedad Córdoba, no estuvo presente finalmente en la conferencia. Córdoba se encuentra en Colombia y su organización está intentando llevar a cabo con éxito la liberación de los últimos rehenes uniformados en poder de las FARC. No obstante, envió un vídeo con su mensaje. Una de las líneas de trabajo del encuentro fue la relacionada con las condiciones políticas que debe tener un proceso de paz, tanto en el interior de Colombia como en el ámbito internacional.

Pero la idea clave fue la de que el proceso de paz debe tener en cuenta las causas estructurales que generan el conflicto, que no han desaparecido. Así, se insistió en que no se trata de un rápido proceso que acaba con el arrinconamiento de la guerrilla, sino que debe abordar esas causas. En cuanto a las formas, se puso de relieve que en una mesa de negociación, además del Gobierno e instancias internacionales, deben estar los grupos armados, aunque no erigirse en representantes de la sociedad civil.

También se abordaron problemas como el medio ambiente, la venta del país como paraíso para las multinacionales, la privatización de la educación y la sanidad o el impacto en los derechos humanos del Tratado de Libre Comercio con Perú y la UE. Por otro lado, las FARC confirmaron finalmente que aceptan retrasar la entrega -inicialmente previstas para hoy- de los diez uniformados retenidos al 2 y 4 de abril, según informó la exsenadora colombiana Piedad Córdoba.

Lliberación el 1 y 2 de abril

Las autoridades colombianas y el colectivo de víctimas Asfamipaz argumentaban razones logísticas para el retraso. La hoja de ruta marcada por Córdoba implica que el 1 de abril los helicópteros brasileños emprendan su viaje hacia el aeropuerto de Villavicencio y el 2 de abril partan los aparatos desde la capital del departamento de Meta hacia un lugar desconocido en las selvas del sur de Colombia, cuyas coordenadas serán desveladas durante el vuelo de los helicópteros, para recoger al primer grupo de uniformados.