Las urnas de la segunda ronda de los comicios presidenciales de Senegal cerraron ayer en el horario previsto y comenzaron con el ecrutinio-se desconoce cuando publicará los resultados- tras una jornada electoral con ciertos incidentes aislados y una tranquilidad general.

Unos cinco millones de senegaleses estaban llamados ayer a las urnas para decidir el que será el futuro presidente del país, un cargo que se disputan el actual mandatario, Abdoulaye Wade, y su exprimer ministro, el ahora opositor Macky Sall.

A pesar del ambiente de calma general, hubo algunos incidentes, como el registrado en un colegio electoral de la localidad de Diouloulou (sur), fronterizo con Gambia, que fue atacado por individuos armados. Según la emisora de radio local, fue atacada por supuestos miembros del Movimiento de las Fuerzas Democráticas de esa región (MFDC), quienes quemaron las urnas y dispersaron a los votantes.

Además la policía ahuyentó con gas lacrimógeno a numerosos simpatizantes de Wade y de la oposición, concentrados en el colegio electoral en el que el presidente votó.