Los votos de PP y PSOE en el Senado avalaron la moción presentada por UPN para instar al Gobierno español a colaborar con el Gobierno de Nafarroa en los actos del centenario de la conquista de Nafarroa y a apoyar un estudio que permita confrontar las tesis soberanistas. «Nos preocupa la utilización de los hechos que pueda hacerse por grupos separatistas y, muy especialmente, la izquierda abertzale», justificó en su intervención Amelia Salanueva, que vistió de «rigor histórico» una propuesta que busca imponer la visión de los hechos promovida desde el regionalismo navarro. Aunque la senadora de UPN varió su discurso y pasó de la «unión voluntaria» a reconocer la conquista, dejó claro que su intención es elaborar un relato acorde con el unionismo, centrándose en calificar de «entelequia» a Euskal Herria y llegando a criticar a la diputación de Gipuzkoa por ayudar económicamente a la ikastola de Lodosa.

«ETA ha matado por estos objetivos. Es importante poner en su justo término los hechos, a Navarra como comunidad foral integrada en Constitución española, con sus instituciones y estatus avalado por los navarros», señaló Salanueva. Para la senadora, en Nafarroa «caben todas las identidades», pero siempre «unidas a la nación española».

En la misma línea se posicionó el senador del PP, José Ignacio Palacios, que aseguró que el objetivo de reivindicar la conquista de Nafarroa (lo que él caracterizó como «manipulación para diferenciar Navarra de España») tiene como objetivo «legitimar la violencia de ETA y abrir un proceso de autodeterminación».

A pesar de que los dos senadores unionistas, que fueron quienes se mostraron más beligerantes, insistieron en sus referencias a una historiografía que «no manipule» y se comprometieron con un estudio elaborado por «investigadores de prestigio», ni siquiera nombraron a los responsables de este trabajo.

«Este no es el lugar para este debate. Le insto a que invite a historiadores que no comparten su visión a sus actos», retó Amalur Muruzabal, senadora de Amaiur, que censuró la prohibición de actos o los vetos sufridos por las plataformas que han reivindicado una historia de Nafarroa distinta a la oficial. La electa independentista, que realizó su intervención en euskara, denunció que, frente a argumentos tecnicistas, lo que UPN pretende es realizar «una lectura política de la historia» y le acusó de utilizar el Gobierno de Nafarroa para imponerla.

También contraria a las tesis de UPN y avaladas por la mayoría del Senado se manifestó Miren Leanizbarrutia, acusó a los electos unionistas de tener «miedo a los datos y a la democracia», recordando obras como las de Jimeno Jurío o Arturo Kanpion.

PSN también a favor

Finalmente, María Chivite, senadora del PSOE, trató de reivindicar el papel de su formación frente a las «manipulaciones de unos y de otros», aunque terminó votando el texto de UPN. De este modo, Chivite se sumó a las tesis de promover el estudio propuesto por los regionalistas navarros pero arrogándose la facultad de haber moderado el discurso de los derechistas.

El texto fue aprobado por 217 votos a favor, 11 abstenciones y 7 sufragios en contra (entre ellos Amaiur y PNV) tras incluirse una enmienda del PP en la que se instaba a que «prevalezca el peso de la historia como patrimonio común, evitando todo tipo de manipulación».