Juan Mari Feliu | Dord Afiliado a Eusko Alkartasuna
Algunas precisiones a la Sra. delegada del Gobierno
A Jokin Artajo y Alberto Asurmendi, activistas de EGI, les asiste el mismo derecho de ser reconocidos como tales resistentes antifranquistas
Para el día 4 de Abril la asociación Pro Memoria Ahaztuak había comunicado a la Delegación del Gobierno de España en Iruñea, un acto destinado al recuerdo y homenaje a todos los resistentes vascos antifranquistas, concretándolo con el aniversario de la muerte de los activistas vascos Jokin Artajo y Alberto Asurmendi.
En la comunicación de esta delegación en la que se comunica la prohibición de este acto hay errores de bulto señalando que «la explosión de un artefacto que manipulaban los citados, cuando trataban de colocarlo al paso de la Vuelta Ciclista a España el día 6 de Abril de 1969 en el valle de Ultzama». Hay que precisar que este hecho tuvo lugar en abril de 1968 en Urbasa, reivindicado por EGI-PNV. Llama la atención de que se escude la señora Delegada del Gobierno Español para prohibir este acto en que entonces el PNV era ilegal. ¿Es que había algún partido o sindicato legal salvo la Falange Española, soporte del franquismo durante cuarenta años?
Alegar como argumento que los fundadores de ETA provenían del PNV es como mínimo un insulto a la inteligencia y ganas de salir por la tangente, pretendiendo convertir la lucha antifranquista en terrorismo. Homenajes como el que se pretende realizar con estos dos compañeros se realizaron ya en los años ochenta, en circunstancias socio políticas durísimas, muy lejos de las actuales.
Se aporta también como prueba sobre una pretendida inclusión en un video de ETA publicado en 2004, en los que se incluía a ambos compañeros como pertenecientes a la citada organización, cosa que no era cierta a no ser que se hubiera apropiado de todos los que con una sigla u otra hubieran muerto durante la resistencia vasca contra el franquismo. Argumento desde luego, muy interesado por parte de la Sra. delegada del Gobierno de España, cuando existen otros documentos de reconocimiento y memoria de ETA de los años setenta donde ambos no aparecen.
De acuerdo con el Auto de Procesamiento abierto tras la muerte de Artajo y Asurmendi, otros diez activistas de EGI, tenían previsto actuar con explosivos contra un periódico de Valladolid, a sendos monumentos al General Sanjurjo, a José Antonio, fundador de la Falange y la Delegación del Ministerio de Información y Turismo de Vitoria. Cinco sufrieron largas penas de cárcel y los otros cinco lograron pasar al exilio.
Unos y otros, como el que suscribe, conocedor de las cárceles franquistas y el exilio, como miles de militantes de otros partidos, sindicatos, organismos populares «ilegales» y perseguidos por la dictadura, fuimos amnistiados en 1977, al mismo tiempo que los supervivientes del régimen republicano, sin olvidar los maquis entre otros luchadores por la democracia y también miembros de ETA de aquellos años. A Jokin Artajo y Alberto Asurmendi, activistas de EGI, les asiste el mismo derecho de ser reconocidos como tales resistentes antifranquistas.