Al cierre de una semana muy prolija en acontecimientos importantes (decisión del Tribunal Constitucional sobre la «doctrina Parot», acto de Aiete en el Parlamento Europeo, huelga general...), la izquierda abertzale compareció ayer en Bilbo para extraer algunas conclusiones. La principal es que, vista la actitud obstruccionista del Estado español, el proceso está en manos de «la unión de fuerzas soberanistas, que tenemos la obligación de garantizar entre todos los avances necesarios para que la paz y las soluciones sean posibles en nuestro país».

Maribi Ugarteburu y Pernando Barrena estimaron que «a la voluntad permanente de boicot hay que responderle desde el esquema de acumulación de fuerzas, demostrándoles que cada vez somos más los que apostamos por las soluciones y por hacer frente al inmovilismo y la política represiva del Estado».

Pese a noticias tan negativas como la del Constitucional, los portavoces de la izquierda abertzale se declararon convencidos de que «este es el esquema que ha posibilitado un nuevo tiempo en nuestro país y posibilitará ahondar en el proceso superando inercias y actitudes obstruccionistas. Estamos totalmente seguros», recalcaron.

El aval al alargamiento de condenas es interpretado por la izquierda abertzale como «una sentencia de hondo cariz político, que demuestra la cerrazón del TC, en perfecta sintonía con el PP y el Gobierno Rajoy, y que choca frontalmente con la oportunidad abierta».

Por contra, saludaron el acto celebrado el mismo día en el Parlamento Europeo con la presencia principal de Jonathan Powell. «Estamos plenamente de acuerdo con lo que dijo, tenemos un hito para la paz: la Conferencia de Aiete. Hemos sido capaces de marcar un hito que no tiene vuelta atrás, y una vez llegado ese punto nadie puede bloquear la vía a un escenario de paz y normalización».

Tras reafirmar el valor de los puntos de Aiete como hoja de ruta, Ugarteburu y Barrena remarcaron que «para que haya soluciones tiene que haber un proceso de diálogo y acuerdo».

29-M, «punto de inflexión»

En el diagnóstico se incluía lógicamente, en el primer punto, la huelga general del pasado jueves, con un impacto masivo. La izquierda abertzale entiende que con ella se ha marcado «un importante punto de inflexión. Euskal Herria no está dispuesta a someterse a los desmanes de las oligarquías financieras, económicas y políticas que solo pretenden mantener sus obscenos márgenes de beneficio. Euskal Herra sí está dispuesta y preparada para construir su propio modelo político, social y económico, centrado en las personas y no en la salvaguarda del capital», aseguraron.

En relación a la jornada, quisieron mostrar también una «tarjeta roja a los desmanes policiales y a la clase política que se pertrechó en el Parlamento de Gasteiz, al PP, PSOE, PNV...»