Tres de los 74 detenidos durante la huelga general en el Principat han ingresado en prisión de forma preventiva, aunque es probable que no sean los únicos ya que, al cierre de esta edición, los jueces decretaron una fianza de 3.000 euros para otros seis jóvenes. Se trata de una escalada represiva sin precedentes, que los abogados de la defensa han calificado de «antijurídica y condicionada por criterios políticos y mediáticos».

No ha sido necesario endurecer el código penal, como pidió el alcalde de Barcelona, Xavier Trias, ni buscar nuevos métodos, estrategias y recursos, como exigió el conseller d'Interior, Felip Puig.

Ha bastado con presionar levemente al poder judicial para que al menos tres personas tengan que esperar su juicio entre rejas como consecuencia de una movilización ciudadana que fue mucho más allá del rechazo a la reforma laboral, para convertirse en una explosión del malestar creciente en la sociedad.

3 de mayo, cumbre del BCE

En la argumentación de los jueces llamó la atención el objetivo «preventivo» de los ingresos en prisión, razonando que de esta forma los afectados no podrán reincidir en la cumbre que el Banco Central Europeo (BCE) celebrará el próximo 3 de mayo en Barcelona.

Una cumbre de la que apenas se había hablado hasta ahora y que el propio poder judicial se ha encargado de colocar en estos momentos en el punto de mira de los sindicatos y movimientos sociales catalanes.

Además de los tres encarcelados, diez arrestados más quedaron en libertad con cargos por desorden público, daños, lesiones y llevar elementos incendiarios, mientras que sólo uno de los detenidos quedó en libertad sin acusación alguna.

Malos tratos

Mientras tanto, algunos de los detenidos liberados con cuentagotas denunciaron malos tratos alarmantes. Sin ir más lejos, el testimonio de uno de los detenidos recogido por La Directa, al que los Mossos dejaron en la puerta de la comisaría con el peroné roto y sin móvil, sin cartera y sin muletas, denunció la paliza que varios agentes propinaron a otro detenido en el furgón policial.

Durante la tarde del sábado, centenares de personas se congregaron delante de la Ciudad de la Justicia, en solidaridad con los encarcelados y con los veintisiete detenidos que pasarán a disposición judicial durante el día de hoy, alargando al máximo el límite de las 72 horas de detención.