BERASALUZE-ALBISU 15

OLAIZOLA II-BEROIZ 22

¿Brillo o mate? Hace unos años, no demasiados, antes de la irrupción de las cámaras fotográficas digitales, la pregunta era bastante habitual cada vez que uno se acercaba a un estudio con su carrete para revelar sus instantáneas. Con el tiempo, se impuso la tecnología digital y el brillo, pero como con la fotografía, Aimar Olaizola y Mikel Beroiz demostraron ayer en el Bizkaia que el mate también tiene sus momentos.

Durante la presente edición del Parejas, no hay duda de que Aimar Olaizola ha sido el pelotari más brillante de las quince jornadas disputadas, pero es que además, también está siendo, junto al casi infalible Beroiz, el más regular en su juego.

Tras las exhibiciones de una primera fase en la que a pesar de que no los usaron, había muchos más comodines, el campeonato ha entrado ya en una fase donde cada error se castiga al máximo y los navarros apostaron por la solvencia para asegurarse su decimoquinta victoria consecutiva, la primera de esta liguilla de semifinales.

Así, entre los dos pelotaris apenas cometieron cuatro errores, uno solo Aimar, que estrelló la pelota en la chapa en un remate que supuso el 6-4 para colorados, y tres Mikel Beroiz, concentrando además la mayoría de ellos en la parte inicial del partido. Por contra, solo Albisu dobló esta cantidad, a lo que si sumamos las dos faltas de saque cometidas por Pablo Berasaluze, una por pasa y otra por quedarse corto y otros dos errores, podemos hacernos una idea de los derroteros que llevó el partido en el Bizkaia.

Además de cuantitativamente, cualitativamente también eligieron los peores momentos para cometer esos errores. Y es que, tras un inicio igualado, en el que Olaizola y Beroiz nunca se sintieron demasiado cómodos, Pablo Berasaluze cometió la primera falta de saque con empate a ocho en el marcador, el último que se dio en el luminoso, y seguidamente Albisu mandó dos pelotazos al colchón de arriba, con lo que los azules abrieron un hueco que supieron gestionar a la perfección.

Brillo colorado

Una pequeña reacción de los colorados les permitió acercarse 10-13, pero cometieron la imprudencia de volver a tropezar con la misma piedra. Aunque el zaguero de Ataun logró colar un tanto de un brillante pelotazo, la secuencia previamente narrada se repitió casi miméticamente. Falta de saque de Berasaluze VIII -en este caso se quedó corto- y tres errores consecutivos de Albisu, dos de ellos con pelotas escapadas a la contracancha.

Fue una pena, porque estos errores deslucieron lo que podía haber sido una gran actuación. Y es que, las acciones más brillantes, salvo un buen arranque por parte de Aimar Olaizola, las protagonizaron el delantero de Berriz y el zaguero de Ataun.

Porque al margen de los ocho errores que figuran en su debe, Jon Ander Albisu soltó unos derechazos que hicieron disfrutar al público que se dio cita en el Bizkaia, pero enfrente tuvo un Beroiz sólido y rocoso como siempre, que no se dejó dominar en los cuadros largos.

En los más alegres, Pablo Berasaluze apuntilló algo más que Aimar. Sabía que su pareja necesitaba mucho más de su determinación y ejecutó una serie de paraditas al txoko de auténtico lujo, pero él mismo es el primero que sabe que ante un pelotari como Olaizola II no puede regalarles dos tantos sin ni siquiera tener que cruzar un pelotazo.

De lo malo malo, en un partido que regalaron doce tantos a sus rivales en errores, el vizcaino y el guipuzcoano fueron capaces de alcanzar el cartón 15, algo que puede tener su importancia en una liguilla tan corta.

Eso sí, para tener alguna opción de colarse en una final que Olaizola II-Beroiz ya ven un paso más cerca, Berasaluze VIII y Albisu deberán aprender de la lección de ayer y recordar que el brillo no es siempre la mejor opción y que el mate también tiene sus momentos y sus incondicionales.