El macizo costero de Arno es tan limitado en sus dimensiones como intrincado en su estructura. Marcando la muga entre Gipuzkoa y Bizkaia, antiguas rutas de pastores y arrieros siguen todavía permitiendo penetrar en su laberíntico corazón calizo. Entre las variadas opciones de acceso que ofrece su orografía, el barrio de Azpilgoeta de Mendaro será el punto de inicio que hemos elegido para acceder a las alturas de este macizo, que conserva una de las reservas más importantes de los encinares costeros de la costa vasca. La iglesia de la Asunción nos ve partir por la calle Arnobide arriba. Atrás queda la antigua fábrica de chocolates que fundara en 1850 la familia francesa Saint Girons.

Al cruzar bajo el túnel que salva la autopista observamos en la pared una pintada: «Camino Naranja». Los balizajes de ese color serán los que van a acompañarnos durante buena parte de la andadura. Poco más adelante, junto a unas torres eléctricas, vamos a abandonar la pista para tomar a la derecha por un camino ancho limitado por alambradas (10 min.). La pista herbosa sigue en principio en paralelo a la autopista, para iniciar después un ascenso entre los pinares. El carretil da paso a un sendero que asciende con fuerza de forma continuada por el bosque. Permanecemos siempre atentos a mantener la ruta balizada, que nos llevará a abordar un estrecho sendero trazado entre los encinares y la caliza (45 min).

Cuando el terreno se abre, estamos en el collado de Kanpanzar (489 m) (1,15 h), bajo la vigilancia de la gran antena que se levanta en la vecina cumbre de Birular. Próxima se encuentra la balsa de Ormola. Hemos enlazado puntualmente con el itinerario del PR-43, pero no lo vamos a seguir. Pocos metros después de dejar atrás la balsa, lo abandonaremos para seguir la ruta del «camino naranja», que se desvía hacia la izquierda penetrando de nuevo entre encinas y roquedos. Sin la referencia de las marcas nos sería difícil seguir la senda, que avanza entre encinares hasta llegar a un cruce de caminos en el paraje de Presoleta (540 m) (1,50 h). Aquí volvemos a encontrarnos con la ruta del PR-43. En este punto debemos tomar una decisión. La opción más sencilla es seguir manteniendo el rumbo del balizaje naranja hasta llegar al indicador de Pagobakarko lepoa (520 m) (2,05 h). Será a este punto hasta el que llegaremos tras completar la segunda alternativa que proponemos.

Mirador sobre la costa

Esta propuesta resulta más larga y exigente, pero también más atractiva. En el cruce de Presoleta, unos metros más adelante observaremos una estrecha senda marcada con hitos de piedra abriéndose hacia la derecha en dirección norte. La ruta, marcada con hitos y marcas azules, asciende por un incómodo lapiaz hasta alcanzar la cima de Banderako Punta (628 m) (2,30 h), marcada por un vértice geodésico.

Vamos a descender ahora por la vertiente opuesta siguiendo la ruta marcada con hitos de piedra. Llegaremos así a confluir con un camino ancho por el que discurre una variante de la GR-121 (2,40 h). Sólo vamos a seguir unos metros hacia el norte por esta senda. En el punto en que comienza un fuerte descenso, tomaremos a la izquierda otra senda que, pasando junto al monumento a Xabier Errasti, llega hasta la cumbre más visitada del macizo de Arno. Allí, una gran cruz se asoma a un espléndido panorama sobre la costa vasca (604 m) (3 h).

Iniciamos el regreso. Para ello, retrocedemos de nuevo hasta el cruce en el que hemos abandonado el trazado de la GR. Vamos a seguir ahora esta ruta en sentido opuesto, es decir hacia el sur. El camino es pedregoso, pero fiable y con sabor a viejo. En un suave descenso mantenido, nuestros pasos desembocan en una pista amplia (3,35 h). Estamos en una pronunciada curva hasta la que llega desde la izquierda una pista descendente.

Este carretil marcará nuestro camino de regreso. Subiremos por él describiendo varias lazadas hasta alcanzar el indicador de Pagobakarko lepoa (520 m) (3,45 h). En este punto se une nuestro itinerario con la ruta más corta propuesta anteriormente y volveremos también a encontrarnos con el balizaje del «Camino Naranja». Retomando de nuevo como guía estas marcas, entre las propuestas que ofrece el indicador descenderemos en dirección de Sahatzu hasta llegar al siguiente indicador. Aquí la ruta naranja deja la pista principal para tomar una curva a la izquierda y adentrarse en un tramo de tránsito incómodo a causa de una tala reciente. Manteniendo en todo momento la referencia de este balizaje, iremos perdiendo altura hasta regresar al barrio de Azpilgoeta (300 m) (4,35 h), (3 h para el recorrido corto).