La Asamblea de Personas en Paro de Iruñerria puso fin ayer al encierro que mantenía en la iglesia de San Lorenzo desde el pasad viernes. Al salir, realizaron una cadena humana de 60 personas hasta la plaza del Ayuntamiento. En el trayecto, se han coreado gritos en favor del reparto del trabajo y la riqueza así como eslóganes en contra de los recortes o de las políticas antisociales.

Según explicaron desde la asamblea, «mucha gente se acercó a los locales de San Lorenzo para mostrarnos su solidaridad». Entre ellos, señalaron a miembros de movimientos sociales, sindicatos, como CGT o LAB, o los parlamentario de Bildu. También agradecieron al dueño de Paris 365 por la cena, al párroco de la iglesia que entendió el objeto de la protesta.

Como explicaron, el encierro persiguió el objetivo de «mantener encendida la denuncia social después de la huelga general del 29 de marzo» y mostrar «nuestra nula intención de bajar los brazos ante sus políticas de derechas y antiobreras».