El alcalde de Gasteiz, Javier Maroto (PP), impuso ayer, una vez más, el poder de la Junta de Gobierno Local sobre el sentir mayoritario de los grupos que conforman el Pleno municipal. En esta ocasión, el veto de la Alcaldía tuvo como objetivo conservar la nomenclatura de las avenidas Juan Carlos I (Salburua) y Reina Sofía (Zabalgana), dos calles que, tal como figura en una moción aprobada en pleno, deberían ser rebautizadas como avenidas Gernika y Durango, en alusión a los bombardeos fascistas acaecidos hace 75 años.

Durante el debate previo a la votación, el portavoz de Bildu en la capital alavesa e impulsor de la moción, Kike Fernández de Pinedo, recordó que «lamentablemente» Gasteiz, que contó con un triste protagonismo durante los ataques fascistas en la guerra de 1936, no tiene ningún símbolo urbano que recuerde a las personas fallecidas en los bombardeos de Gernika, Durango, Otxandio y Bilbo.

Por ello, la coalición abertzale solicitó el cambio de nombre de las citadas avenidas, dos vías con una notable importancia en el organización urbana de los nuevo barrios de la ciudad que, según explicó Fernández de Pinedo, lejos de rendir un homenaje a las víctimas, recuerdan a unos monarcas designados por la misma persona que ordenó los ataques contra las villas vizcainas: Francisco Franco.

Esta visión, compartida y defendida por los seis concejales del PNV, no contó con el respaldo de los quince ediles del PP y PSE. En opinión de ambos -el PSE decidió abstenerse-, no existe una relación entre el nombre de las avenidas y los bombardeos. Además, para Maite Berrocal (PSE), la nueva nomenclatura supondría un gasto para los vecinos y para los comerciantes de las zonas afectadas, que deberían actualizar sus escrituras y direcciones.

Esta fue la misma excusa que utilizó Maroto para justificar su decisión. Tras exponer su postura contraria, el alcalde advirtió que, pese a la aprobación del texto, no se variará la nomenclatura de las avenidas Juan Carlos I y Reina Sofia, ya que la decisión final de cambiar el nombre de una calle compete directamente a la Junta de Gobierno Local, en manos del PP.

De todos modos, parece que el ejecutivo conservador sí respetará el resto de puntos presentes en la moción diseñada por Bildu, entre los que figura la colocación de una placa conmemorativa en el mismo lugar donde antaño se erigía el viejo aeródromo de Salburua, una instalación aérea de la que hace 75 años despegaron las escuadrillas de apoyo a los aviones de la Legión Cóndor.

Colectivos sociales

Por otro lado, el hartazgo con el equipo de Maroto quedó latente ayer en el exterior de la casa consistorial, donde se reunió la Plataforma por unos Presupuestos Participativos. El portavoz de la misma, Guillermo Perea, explicó que su presencia en la plaza Nueva estaba motivada por la comparecencia ante el pleno de Eginaren Eginez, Euskharan Kultur Elkartea, y la asociación vecinal Zazpigarren Alaba, tres agentes sociales perjudicados por los recortes presupuestarios del PP.

En palabras de Perea, los ajustes presentados por Maroto se han aprobado de manera ilegal, ya que, según afirmó, la competencia en materia presupuestaria corresponde al Pleno del Ayuntamiento y no a la Alcaldía. Perea apostó por una moción censura para acabar con esta situación.