El enviado especial de la ONU y la Liga Árabe para Siria, Kofi Annan, indicó ayer al Consejo de Seguridad de la ONU que el Gobierno sirio ha aceptado comenzar a aplicar el plan de paz desde el 10 de abril, fecha límite que le había impuesto. Annan aseguró que en las 48 horas siguientes al 10 de abril se aplicaría un cese completo de la violencia, el régimen retiraría su armamento pesado de las ciudades y comenzaría una retirada de tropas. Annan pidió el apoyo del Consejo a esta primer etapa de aplicación del plan y que comience a estudiar el desplazamiento de una misión de observadores con un mandato «largo y flexible». Estados Unidos expresó sus dudas sobre la voluntad de Damasco de aplicar realmente el plan, mientras Rusia se opuso los ultimatums y plazos artificiales «porque raramente son útiles».

Ayer los bombardeos y combates entre los insurgentes y el Ejército sirio dejaron al menos 34 muertos, según los grupos de oposición.