Crisis tras la aprobación de la ponencia en Gasteiz
Los parlamentarios se mantienen y Aralar pone hoy como fecha límite
Los parlamentarios Aintzane Ezenarro, Mikel Basabe y Oxel Erostarbe se ratifican en su discurso y voto de aprobación de la ponencia, y aseguran que su posición recoge el ideario político de Aralar. Ayer intentaron posponer a después de vacaciones la reunión con la dirección, pero la ejecutiva mantiene el día de hoy como fecha de una cita trascendente.
Iñaki IRIONDO | GASTEIZ
A la pugna por quién mantiene la representación de los principios de Aralar se ha unido ahora la batalla por el tiempo. Los parlamentarios Aintzane Ezenarro, Mikel Basabe y Oxel Erostarbe aseguraron ayer que, cuando el viernes votaron en contra de la decisión adoptada por Aralar, estaban representado «el ideario político de Aralar», una forma de combinar ideología y praxis que «nuestros votantes han agradecido».
Además, señalaron que para cuando supieron que la ejecutiva les convocaba a una reunión hoy, tenían ya sus agendas cerradas y listas para irse de vacaciones. Por eso, respondieron a la dirección que la cita se pospusiera a después de Semana Santa y se celebrara en el Parlamento. Pero Aralar no está dispuesta a dilatar la situación y, en un comunicado emitido por la tarde, anunció que mantiene la fecha de hoy «para llevar a cabo el encuentro, porque la gravedad de la situación no da lugar a vacaciones o a alargar la situación en el tiempo».
Voto «en conciencia»
En rueda de prensa ofrecida por la mañana, Aintzane Ezenarro declaró que hasta el último momento antes del pleno estuvieron en contacto con la ejecutiva para «intentar convencer con razones a los que tenían dudas». Como no lo consiguieron, entre lo que decía Aralar y lo que pensaban ellos, optaron por lo segundo. Mikel Basabe explicó que «el viernes votamos en conciencia y estamos exactamente donde siempre hemos estado. No nos hemos movido ni en los principios ni en la praxis».
Por contra, el coordinador general de Aralar, Patxi Zabaleta, declaró en Euskadi Irratia que «un partido que quiere ser ideológicamente serio, no puede aceptar actuaciones que rompen sus valores y sus principios, que son los derechos humanos, la igualdad y el diálogo sin exclusiones».
Se observa aquí una batalla por la representación de las ideas del partido y del electorado, común en todas aquellas formaciones en las que un grupo minoritario mantiene la representación institucional.
Emails y medidas
Ezenarro señaló que la fluida comunicación con la dirección que hubo hasta el pleno se rompió después de la votación, cuando conocieron a través de una rueda de prensa que Aralar les exigía que pusieran sus cargos a disposición del partidos.
Estos tres parlamentarios muestran su convicción de no haber hecho nada malo y señalan que, si la ejecutiva cree que merecen la apertura de medidas disciplinarias, es su competencia hacerlo. En todo caso, Mikel Basabe mostró su convicción de que hablando podrían acercarse posturas.
Lo que no está claro es que tal diálogo vaya a ser posible. Patxi Zabaleta explicó en su entrevista radiofónica que el pasado viernes y el lunes enviaron sendos correos electrónicos a los tres parlamentarios que votaron a favor de la ponencia, y lamentó que no hayan recibido ninguna contestación y que «no hayan querido hablar personalmente» con ellos.
Según detalla Europa Press, el coordinador añadió que «a decir verdad, eso es algo doloroso, porque no han contestado a las comunicaciones que les enviamos, a pesar de pedirles que respondieran. Indudablemente, han escuchado y prestado más atención a PSE, PP y PNV que a nosotros».
Preguntado por ello, Mikel Basabe respondió que «los correos electrónicos no pueden leerse hasta que se abren. Hace tiempo que se inventaron los teléfonos móviles».
Precisó que fue ayer, antes de la rueda de prensa ya convocada la víspera, cuando leyeron el mensaje de la dirección que les convocaba a una reunión hoy, a la que respondieron que la cita no era posible porque tenían que irse de vacaciones, proponiendo un encuentro a la vuelta y en el Parlamento, puesto que alegan que es un problema parlamentario. La respuesta la enviaron por correo electrónico, no por teléfono.
En la ejecutiva sí abrieron el email y decidieron que no podían esperar tanto para resolver este desencuentro. Por lo que, como se ha dicho, mantiene la convocatoria en la hora y el lugar propuesto.
En la mañana de ayer, y ante la falta de respuesta de los parlamentarios y la inminencia de la rueda de prensa, Patxi Zabaleta declaró en Euskadi Irratia que «no podrán sostener que quieren continuar obedeciendo al partido, que creo que es el primer deber en política».
Cuestión semántica, no de fondo
Aintzane Ezenarro defendió que la enmienda transaccional aprobada recogía el fondo de la moción presentada por Aralar. Insistió en que la ponencia sigue siendo abierta y «sin exclusiones», aunque esta precisión se hubiera retirado del texto. A su entender, ese es un problema semántico, no de fondo.
Preguntada por qué entonces se había retirado la precisión, respondió que las enmiendas transaccionales siempre son «más reducidas» que el texto original. Una afirmación que puede ser desmentida con numerosos ejemplos de transaccionales a las que se llega por adición de puntos de distintos proponentes.
Ezenarro insistió en que su propuesta era la primera que abría «a los que no están» las puertas del Parlamento y no solo la sala de prensa. Y puso como ejemplo de que esto era así que la izquierda abertzale, al afirmar que no acudirá como invitada a la ponencia, está reconociendo que no se excluye a nadie.
Luego arremetió contra la izquierda abertzale, a quien acusó de estar quince años en el maximalismo, pero haber actuado con pragmatismo para intentar la legalización de Sortu. Le preguntó por qué para eso sí se pueden utilizar los recovecos de la ley y no para hablar de política penitenciaria o de convivencia, inquiriendo sobre si eso no es también prioritario.
A las apreciaciones de Ezenarro no contestó ayer la izquierda abertzale, pero sí había fijado postura el coordinador general de Aralar, Patxi Zabaleta, al afirmar que los valores y los principios como son «el diálogo sin exclusiones y en igualdad» resultan «básicos» en política y hay que cumplirlos.
La utilidad de la ponencia
Ezenarro recordó que Aralar había pedido al lehendakari que tomara la iniciativa en este nuevo tiempo y que al no hacerlo planteó la ponencia porque «el Parlamento no puede estar cruzado de brazos». En su opinión, la ponencia creada «no tiene nada malo y sí muchas posibilidades». Criticó a los que ante cualquier iniciativa solo ven los obstáculos y dio gracias de que haya quienes, como ellos, los convierten en oportunidades.
Volvió a destacar el valor del diálogo y señaló que, aunque la ponencia no tiene asegurado el éxito, este dependerá de la posición que adopte cada uno de los integrantes..
Por el contrario, el coordinador general de Aralar sostiene que la ponencia «ha nacido muerta», ya que es una herramienta en manos del PP y del PSE. Al no estar abierta a todos y tener una base clara de apoyo en los derechos humanos, «tienen poca incidencia en el camino que hay que recorrer, porque se convierten en instrumentos en manos de los que pretenden poner obstáculos y límites al diálogo». Y fue más allá al afirmar nítidamente que «obstaculizará el desarrollo del verdadero diálogo».
El presidente del BBB, Andoni Ortuzar, deseó ayer «el mejor de los futuros» a la portavoz de Aralar en el Parlamento de Gasteiz, Aintzane Ezenarro, y los otros dos parlamentarios, Mikel Basabe y Oxel Erostarbe, que votaron por la creación de la ponencia de paz y convivencia, con lo que no siguieron la disciplina del partido.
En una entrevista concedida a Radio Euskadi, Ortuzar declaró que estos tres parlamentarios «han sido personas que han trabajado mucho en esta legislatura y que han hecho una política bastante racional y razonable». «Han intentado ser punto de unión con sus propuestas, defendiendo también su ideario», añadió.
Aunque el burukide jeltzale comentó que «no es bonito que los dirigentes de otros partidos» se metan en los problemas internos de otras formaciones, aseguró que Aralar nació como rebeldía «frente a ETA y a las formas de hacer de la izquierda abertzale autoritaria, donde era muy difícil respirar, incluso dentro de sus propias estructuras» y, a su entender , «diez años después da un poquito de pena que un proyecto que nació para traer aire fresco, para cambiar los métodos de actuación, ahora caiga a la hora de avaluar y de tratar a sus propios parlamentarios en los mismos vicios por los que nació». GARA