Iratxe FRESNEDA | Periodista y profesora de Comunicación Audiovisual
Poética mirada
La de Augusta inmortalizó con su mirada las calles y las gentes de Nueva York, una ciudad que se abrió a su cámara y se dejó seducir por su inquieto punto de vista. Las fotografías de Helen Levitt son lírica urbana, imágenes callejeras, retratos que traspasan el papel de revelado, instantáneas que despiden aromas y desvelan historias reales, misteriosas en su cotidianeidad. Su obra, centrada principalmente en la ciudad de Nueva York, se desarrolló entre 1936 y hasta la década de los 90. Su estética, la de la instantaneidad, creó las bases de la fotografía de calle. Ella, como los neorrealistas, buscaba algo de verdad en las imágenes, algo de espontaneidad en las calles. Y, obviamente, la fuerza se hallaba precisamente ahí, en las aceras, hasta donde Levitt acudía con su cámara para conquistar el hervidero de vivencias urbanas. Con «una luz dura», testigo de su tiempo, captó el carácter de los habitantes de los barrios neoyorquinos, sus tristezas y sus alegrías, su día a día.
Cineasta además de fotógrafa, colaboró con Luis Buñuel en sus cortos de propaganda pro-norteamericana durante la II Guerra Mundial y trabajó en documentales como «In the Street» (1948) que forman parte de la historia del cine independiente americano.
Las fotografías urbanas de Levitt llegan al corazón, son miradas poéticas, miradas directas a la vida que se acomodan, a veces incomodando, en nuestras memorias. «A Way of Seeing» es una guía recomendable para conocerla.