Incapaces de imponer un estilo de juego sobre sus rivales, Xala-Laskurain se han especializado en encontrar soluciones de urgencia para seguir vivos en el Parejas. Tras una primera fase muy gris e irregular, el lapurtarra y el guipuzcoano se colaron a última hora en semifinales aprovechando un resquicio, y ayer, en otro momento crítico, encontraron una salida de emergencia por donde escapar y seguir con opciones de disputar la final. De la forma menos vistosa, arriesgando lo mínimo y cargando todo el juego atrás, los de Aspe encontraron en el cestaño una pelota con que atosigar a Jon Ander Albisu y, de la mano de las pelotas que el de Ataun no pudo llevar a buena, sacaron adelante otro match-ball.

Como viene siendo habitual, a los colorados les costó demasiado entrar al partido y pudieron pagarlo caro. Por contra, Pablo Berasaluze y Jon Ander Albisu enseguida mostraron esa química que los ha metido en la liguilla. Albisu soltó su derecha desde el primer tanto, mientras que Pablo Berasaluze desesperó a Xala con sus milimétricas dejadas en el txoko, con lo que los de Asegarce se adelantaron 8-3 en el marcador, en un comienzo de partido muy rápido y poco peloteado.

Alargar los tantos

Pronto entendieron los de Aspe que debían cambiar la dinámica de juego y el disputadísimo tanto que supuso el 9-6, obligando a Albisu a defenderse varias veces de volea, fue su declaración de intenciones.

Con la colaboración de una pelota que no permitía a Albisu extender sus larguísimos brazos, a base de cargar el juego sobre él y buscar su fallo, los colorados consiguieron hacer tambalearse al de Ataun, que comenzó a ver la cancha muy pequeña, de alto y de ancho.

El zaguero guipuzcoano acusó la presión y enlazó fallo tras fallo, permitiendo que, con apenas un gancho de Xala en los cuadros alegres, los colorados encadenaran un parcial de 10-2 para colocarse 18-12 por delante en el marcador.

Ahí apareció el genio de Pablo Berasaluze, que arriesgó en el remate para acudir al rescate de su compañero con una exhibición ofensiva que empató el partido a 18. Sin embargo, en el duelo final por la supervivencia, los colorados fallaron más, mientras que Laskurain, más ducho en estas lides, pegó probablemente su mejor volea de su vida en el 21-19, para encontrar el camino a la victoria.