Tom Boonen (Omega Quick Step) igualó ayer el récord de Roger De Vlaeminck de cuatro victorias en la París Roubaix. El flamenco se exhibió y ganó en solitario tras un ataque lanzado a 57 kilómetros de meta que confirmó su supremacía este año en las clásicas del pavés tras sus éxitos en Harelbeke, Gante Wevelgem y Tour de Flandes.

Queda la duda de saber lo que hubieran deparado Tour de Flandes y París Roubaix de no caerse Fabian Cancellara en la primera de las dos grandes clásicas en las que iban a medir sus fuerzas, pero en ausencia del suizo la superioridad de Boonen en el pavés es absoluta y ganó al más puro estilo Cancellara.

El flamenco entendió que el ataque es la mejor manera de defenderse después de ver los problemas que tuvo su equipo al verse obligado a tomar la responsabilidad cuando a 75 kilómetros de meta Flecha atacó en compañía de Ballan, entre otros. Omega neutralizó la fuga y, tras caerse Hushovd, aceleró con Chavanel para atacar después Boonen, que se marchó a 57 de la llegada con su compañero Terpstra, Ballan (BMC), Pozzato (Farnese) y Turgot (Europcar).

Como Ballan no colaboraba, Pozzato quiso obligar a su compatriota a que trabajara al dejar que se fueran por delante Terpstra y Boonen y el BMC no quiso hacerlo y los dos italianos no volvieron a ver al flamenco. El holandés lanzó a su líder y a 50 kilómetros de meta lo dejó en solitario para que completara la mayor exhibición de su carrera.

Por detrás el Sky, que tenía cuatro corredores en el grupo de los elegidos, fue el que asumió la responsabilidad de trabajar, pero Boonen demostró ser muy superior y aumentó progresivamente su ventaja hasta situarla por encima del minuto, lo que le permitió disfrutar de la victoria con la tranquilidad que le daba saberse el más fuerte.

Los demás se limitaron a luchar por la segunda plaza, en una batalla en la que Sebastien Turgot sorprendió a Ballan, al que batió en un apretado sprint, Flecha y Boom en el velódromo de Roubaix. Junto a ellos debía haber llegado Ladagnous, pero el corredor del FDJ sufrió un inoportuno pinchazo que le impidió entrar en el Top 10.

Ion Izagirre y Erviti acabaron

Tampoco tuvo suerte Markel Irizar, que sufrió un problema mecánico cuando se lanzó la carrera y no pudo terminar. El joven Ion Izagirre (Euskaltel), dentro de su gran comienzo de temporada, e Imanol Erviti (Movistar) fueron los dos únicos vascos que consiguieron acabar la carrera, en la que el de Ormaiztegi dio presencia al Euskaltel en el primer grupo hasta que se planteó la gran batalla.

Hasta entonces la clásica estuvo protagonizada por una escapada en la que entraron Veuchelen y Lindeman (Vacansoleil), De Haes (Lotto), Van Keirsbulck (Omega), Popovych (Radio-Shack), Morkov (Saxo), Boucher (FDJ), Veilleux (Europcar), Saramotins (Cofidis), Mangel (Saur) y Janorschke (NetApp), que se cayó en un tramo de pavés y arrastró a tres de los escapados. La fuga no pudo pasar de los cuatro minutos de ventaja y fue engullida por los favoritos cuando lanzaron la carrera a 75 kilómetros de la llegada.