Universidad Complutense: «La Policía informa, los medios señalan y los ultras nos agreden»
El incremento de las protestas sociales por los recortes en la Universidad Complutense ha venido acompañado de una campaña de criminalización en prensa seguida de un ataque neonazi. Los alumnos denuncian la persecución policial y la «impunidad» ultra.
Alberto PRADILLA
En menos de una semana, los estudiantes de la Universidad Complutense , en Madrid, fueron señalados por un artículo del diario derechista «Abc» y agredidos por un grupo neonazi que atacó una fiesta provocando un herido. El lunes, decenas de alumnos participaban en una concentración de rechazo y alertaban de la lógica «criminalización-asalto» desatada contra las organizaciones progresistas que trabajan en el campus. No es la primera vez que ultraderechistas cargan en el campus. Sin embargo, no era tan habitual que la agresión fuese precedida por un reportaje en el que, sirviéndose de fuentes policiales, se señalaba directamente a colectivos estudiantiles. Como asegura Fabio Cortese, portavoz de Toma la Facultad y alumno de Filosofía, «la brigada informa, los medios señalan y luego los ultras nos agreden». Todo ello, en un contexto marcado por las crecientes movilizaciones contra los recortes promovidos desde el Gobierno de la Comunidad de Madrid, en manos de Esperanza Aguirre. Por este motivo, no parece casual que se incremente la presión sobre los alumnos de la Complutense, uno de los bastiones más contestatarios de la capital del Estado español.
La campaña contra los estudiantes la inició «Abc» con un artículo titulado «Los diez grupos que agitan la calle». En él, se criminalizaban a colectivos como Contrapoder o RiseUp, el partido Izquierda Anticapitalista e incluso al propio Rectorado, a quien se acusaba de apoyar a los alumnos organizados. Según denuncia Cortese, «la información utilizaba como base la investigación policial. Porque aparecían datos que solo se habían discutido en los grupos de correo». Una evidencia que apunta al pinchazo por parte de la Policía de los mails de los colectivos universitarios de izquierdas.
Apenas cuatro días después de la publicación del reportaje, llegó la agresión. «Desde las 13.00 horas se estaba celebrando una fiesta para autogestionar nuestras actividades», explica el portavoz de Toma la Facultad. Tras varias horas en las que la celebración había transcurrido sin problemas, «un grupo de entre 20 o 30 neonazis se acercó al lugar». De repente, los ultraderechistas, que se cubrían con máscaras y enarbolaban bengalas, cargaron contra los estudiantes lanzándoles botellas. Estos se refugiaron en la cafetería, pero uno de ellos no llegó a resguardarse a tiempo, por lo que tuvo que ser hospitalizado con una brecha en la cabeza. Fue dado de alta al día siguiente.
Instantes después de la agresión, varias patrullas de la Policía española se desplegaron por la zona, deteniendo a siete de los atacantes. Dos de ellos son menores y alguno pertenecería a la organización ultraderechista Democracia Nacional. En otras ocasiones, mientros del sindicato fascista Respuesta Estudiantil también han atacado a otros alumnos. Solo el año pasado se contabilizaron agresiones ultraderechistas en las facultades de Historia, Derecho y Ciencias de la Información, lo que ha provocado la indignación de los alumnos ante la «impunidad» con la que actún estos grupos. «Hace unos meses en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología en Somosaguas, los estudiantes organizados sufrieron una agresión parecida, que también estuvo precedida por la criminalización de determinados medios de la derecha, que señalan incluso con nombre y apellidos a todos aquellos que defienden una universidad pública y de calidad y un futuro digno», denunciaba el comunicado hecho público por Toma la Facultad ante la concentración de protesta.
En esta ocasión, los detenidos pasaron a disposición judicial y fueron puestos en libertad con cargos. El trato previo a la agresión por parte de la prensa no es lo único que ha molestado a los estudiantes. «Los medios reflejaron los hechos como si hubiese sido una pelea, cuando se trata de un ataque organizado», denuncia Cortese. En la misma línea, el comunicado de Toma la Facultad critica que «la prensa de derechas y la Policía pagada por todos se dedican a estigmatizar a los estudiantes comprometidos. Tras la criminalización, vienen las agresiones de grupúsculos fascistas». Ante los planes de recortes del PP y el incremento de la reivindicación, los alumnos se reafirman: «no nos esconderemos».