Las trabajadoras de Indusal inician protestas para frenar los despidos
Las trabajadoras de Indusal amenazadas con la pérdida de su empleo se concentrarán desde hoy hasta el próximo 23 de abril ante Mutualia, Hospital Virgen Blanca, Hotel Zénit, el Dómine y el Nervión, que son clientes del servicio de lavandería para dar a conocer su problema.
Juanjo BASTERRA |
Trabajadoras de Indusal, respaldadas por LAB, anunciaron en Arrigorriaga, donde se encuentra la planta de la compañía que se dedica a la limpieza de sábanas y manteles de hoteles, centros sanitarios y hospitales, el inicio de una «campaña de movilizaciones» para evitar los «despidos encubiertos» que la dirección de la empresa ha adoptado. A 18 trabajadoras y 5 trabajadores, que participaron en la huelga de 45 días de 2008 para equiparar las condiciones laborales y salariales entre hombres y mujeres, les traslada a Huelva, Córdoba, Pontevedra, Guadalajara y Valencia.
En la rueda de prensa, todas ellas denunciaron que «llevamos entre diez y treinta años trabajando en la empresa y tenemos salarios inferiores a 900 euros, por lo que es imposible trasladarnos. Son despidos encubiertos», manifestaron. Además, aseguraron que la dirección de Indusal «tiene atemorizada a la plantilla» para evitar que «nos apoyen» y para «obligarles a hacer horas extraordinarias, entre otras actuaciones». También explicaron que la dirección de la empresa de lavandería «tampoco nos garantiza que si acudimos a esas plantas, tengamos el puesto garantizado por tiempo. Nos tememos que trata de obligarnos a ir, para después echarnos, sin más», criticaron. Ellas pidieron a la sociedad vasca, sobre todo al pueblo de Arrigorriaga, «que pelee para conseguir que los derechos laborales de los trabajadores estén presentes en las empresas».
A partir de hoy y hasta el próximo 23 de abril, que se reunirán con Emakunde, se movilizarán ante hoteles y centros sanitarios para denunciar «esta decisión de la empresa que es una represalia directa por llevar adelante aquella huelga para equiparar derechos entre hombres y mujeres. Porque todas las que estamos en la lista de los despidos encubiertos participamos en la misma, lo mismo que los cinco trabajadores que apoyaron nuestra causa», explicaron las trabajadoras, que pertenecen a LAB y que denuncian «el juego sucio de USO que ha pactado con la dirección de Indusal esa decisión».
Aunque la empresa quiere eliminar 23 puestos de trabajo, aseguraron que «trabajo no falta. Es cierto que se ha reducido algo, pero en ciertas épocas hay mucho. De hecho, este pasado lunes las trabajadoras realizaron jornadas de once horas y han aparecido clientes que ya no se les veía por la planta de Martiartu».
Afirmaron que la empresa «ofreció un plus de 200 euros a las empleadas por ir a trabajar durante la Semana Santa, que hubo mucho trabajo». Por eso, consideran que «esta decisión no tiene que ver con la economía de la empresa, sino con la represalia sindical directa».
La dirección de la empresa quiere trasladar a Andalucía, Valencia y Galicia a 18 mujeres y 5 hombres que participaron en la huelga de 45 días de 2008 para equiparar las condiciones laborales entre hombres y mujeres.
Antes de adoptar la fórmula de los traslados forzosos para deshacerse de la plantilla, la dirección de Indusal intentó establecer un ERE para 25 trabajadoras. En la lista de afectadas se encontraban casi todas las personas que participaron en la huelga de 2008, por lo que el Ejecutivo de Gasteiz rechazó el mismo «por la posible discriminación en la elección de las trabajadoras afectadas». En la huelga pasada, incluso, intermedio Emakunde, porque se trataba de eliminar la discriminación hacia la mujer, dado que pese a realizar el mismo trabajo que un hombre y tener la misma antigüedad percibía un salario inferior.
Indusal cuenta con 42 plantas en el Estado español y en Arrigorriaga cuenta con una plantilla de 155 personas. «Está claro que si nos echan, tendrán que coger nuevos empleados porque hay trabajo. Vamos a ser tercas hasta el 23 de abril y estaremos en la calle ante las empresas que les hacemos el servicio de lavandería, porque estos despidos no tienen nada que ver con la situación económica de la compañía, sino que la empresa trata de acallar cualquier tipo de protesta para que nadie pueda reivindicar mejoras económicas o laborales». J. BASTERRA
En Arrigorriaga las trabajadoras explicaron que tienen entre diez y treinta años de antigüedad pero los salarios «no sobrepasan los 900 euros, incluso cobrando quinquenio». Por lo que descartaron poder marcharse a otros lugares.
