La Asociación de Familiares de Fusilados de Navarra (AFFN) anunció ayer que acudirá a los tribunales para denunciar la desaparición de los cadáveres de 53 fusilados en Cadreita. Según relata Olga Alcega, presidenta de esta asociación, los restos humanos de estas personas fueron trasladados en 1959 hasta el Valle de los Caídos. Dos décadas después, en 1980, supuestamente, fueron repatriados a Nafarroa.

Alcega asegura que fue en esta repatriación cuando se perdió la pista de los restos. La AFFN llevará esta desaparición ante la justicia, puesto que el Estado era responsable de su custodia. A este respecto, Alcega asegura que el Estado no podrá ampararse en la Ley de Amnistía, puesto que los restos desaparecieron tres años después de 1977.

Además, denuncian que ni el traslado de los restos a Los Caídos, ni su regreso a Nafarroa contaron con el consentimiento de las familias. Alcega insistió en que lo ocurrido en Nafarroa -«donde no hubo frente»- constituye un crimen de lesa humanidad y, por tanto, no se puede amnistiar a sus responsables. La AFFN insiste en que hay 3.452 muertos en Nafarroa a quienes no se les ha hecho reconocido. Esta matanza, que Alcega califica como «genocidio» necesita de justicia, por lo que su asociación está dispuesta a pelear ante la ONU y Estrasburgo. La AFFN asegura que, para que los familiares de las víctimas puedan descansar, «alguien tiene que pedir perdón».