El Consejo de Seguridad de la ONU aprueba enviar observadores a Siria
En la primera resolución sobre el conflicto sirio aprobada en el Consejo de Seguridad de la ONU, se dio luz verde a la avanzadilla de la misión de observadores que debe vigilar el cumplimiento del plan de Kofi Annan. Rusia evitó que el texto recogiera los detalles y los objetivos del conjunto de la misión, en la que Annan quiere desplazar a 250 militares no armados por toda Siria.
GARA | NUEVA YORK
Los observadores de la ONU ya están de camino hacia Siria. «Cinco o seis observadores militares han tomado ya el avión», indicó el portavoz del Departamento de operaciones de mantenimiento de la paz de la ONU, Kieran Dwyer. «Llegarán probablemente mañana -por hoy- y serán seguidos de otros 25 en los próximos días», añadió solo unas horas después de que el Consejo de Seguridad de la ONU adoptara por unanimidad de sus 15 miembros su primera resolución sobre Siria, autorizando el desplazamiento de observadores para vigilar el cumplimiento del frágil alto el fuego.
La votación estuvo precedida de difíciles negociaciones ya que Rusia se opuso a que se detallara las competencias de la misión completa. Según los términos del texto aprobado -la resolución 2.042- la ONU podrá enviar a Siria en los próximos días «un equipo avanzado de a lo sumo treinta observadores militares no armados».
Es el preludio de una misión completa que contaría con 250 miembros a la que, no obstante, el texto no hizo referencia. El despliegue de todos ellos llevará varias semanas y necesitará que se negocie una nueva resolución.
Hasta ahora el Consejo de Seguridad solo había emitido tres declaraciones presidenciales. Rusia y China habían vetado anteriores proyectos de condena del régimen de Bashar al Assad.
Garantías de Damasco
Con el fin de dar a la misión de observadores los medios de acometer su trabajo, el Consejo demanda a Damasco que garantice la seguridad de los observadores y que su libertad de movimientos debe ser «completa, sin obstáculos e inmediata» al igual que la confidencialidad de sus comunicaciones.
El Consejo se propone «prever todas las medidas que juzgue convenientes» si la resolución no es aplicada por el Gobierno sirio. Reclama también a Damasco que respete «de manera manifiesta» su promesa de retirar las tropas y armamento pesado de las ciudades, según estipula el plan del mediador de la ONU, Kofi Annan. Recuerdan que las fuerzas sirias deben retirarse a sus cuartales para consolidar el cese el fuego.
El texto de la resolución 2.024 «condena las violaciones generalizadas de los derechos humanos por parte de las autoridades sirias, así como de cualquier violación por parte de los grupos armados», y recuerda que los responsables «deben rendir cuentas».
La resolución fue presentada por el Estado francés, Estados Unidos, Gran Bretaña y Alemania que pretendían un texto más amplio, y que detallara con exactitud las actuaciones y objetivos del conjunto de la misión de observadores.
Rusia, por su parte, insistió en que solo se aprobara la avanzadilla de la misión. Su embajador ante la ONU, Vitali Churkin, afirmó que «hemos advertido de que no debe haber intentos destructivos de interferencia exterior ni imposiciones de ningún tipo de soluciones ilusorias».
Finalmente, señaló que se habían introducido cambios importantes para lograr un texto más equilibrado». El enviado especial de Naciones Unidas y de la Liga Árabe, Kofi Annan, afirmó en declaraciones a Efe que la resolución sobre Siria aprobada ayer por unanimidad en el Consejo de Seguridad de la ONU «es un avance muy positivo». Annan hizo esta valoración tras entrevistarse en Ginebra con el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon.
Uno de los últimos apartados de la resolución incluye una leve advertencia al Gobierno sirio, ya que el Consejo «expresa su intención de evaluar la aplicación de esta resolución y de considerar medidas adicionales que sean apropiadas».
Aunque la violencia en Siria ha remitido tras el alto el fuego, ayer murieron al menos 16 personas por disparos durante un funeral en la ciudad siria de Alepo y en los bombardeos esporádicos contra Homs , según varios grupos de la oposición, mientras que el Gobierno sirio acusó a su vez a los rebeldes armados de estos incidentes.
El Ministerio ruso de Asuntos Exteriores ha mostrado su preocupación por «declaraciones escépticas que se oyen desde diferentes capitales» sobre un fracaso de la misión del enviado especial a Siria, Kofi Annan. Esas declaraciones «instigan a la oposición para que continúe con su lucha armada tras lo cual muere gente y se daña la infraestructura siria», añadió. De esta forma, Moscú se refería a la actitud de países como Turquía y Arabia Saudí, que han dado ya por fracasado el plan de Kofi Annan y el cese el fuego, y reclaman medidas más contundentes como armar a la insurgencia para acabar con el régimen de Bashar al Assad.
Por su parte, la embajadora de EEUU ante la ONU, Susan Rice, describió los bombardeos contra Homs como una «absoluta» violación del alto el fuego estipulado de acuerdo con plan de paz para Siria.
La oposición tampoco se muestra tranquila sobre la aplicación del plan Annan. «Con los observadores se reducirán, sin duda, los asesinatos, pero ¿cómo van a a trabajar 30 observadores en toda Siria?», preguntó Samir Nashar, un funcionario del Consejo Nacional Sirio (CNS), principal grupo opositor en el exterior. GARA