Athletic y Mallorca miran al futuro con cristales muy diferentes. Apenas les separan dos puntos en la clasificación, pero mientras el equipo bermellón llega a San Mamés pensando en celebrar un triunfo que le permita sellar definitivamente la permanencia, los bilbainos siguen mirando al continente. Y no solo a la Europa League, que tienen asegurada gracias a la final de Copa, sino incluso a la Liga de Campeones. A la que han podido hacerse acreedores por la espectacularidad de su juego o por su mentalidad ambiciosa, pero, de momento, no por los resultados. Ocho puntos, de hecho, les separan ahora mismo de la cuarta plaza e incluso para neutralizar el terreno que les separa de la sexta necesitan más de una jornada.

Pero la ilusión es lo último que se pierde. Y es quizá, precisamente, esa ilusión, la ambición, la manera de encarar los encuentros y las competiciones, lo que diferencia a Athletic y Mallorca y lo que acaba reflejándose en unas perspectivas tan diferentes pese a su cercanía en la tabla clasificatoria.

Aunque, a fin de cuentas, es esto último lo que vale. También lo que permite a Joaquín Caparrós, pese a algunos odios viscerales, ocupar una posición destacada en la historia reciente del Athletic. El técnico utrerano, no hay que olvidarlo, acabó con los sufrimientos previos y consiguió clasificar al equipo para una final copera tras 25 años de espera. Y además, sobre todo, dio confianza a un puñado de chavales que se han acabado convirtiendo en los ídolos de la parroquia rojiblanca... y parte del resto del mundo. Aunque el mérito también recaiga en Marcelo Bielsa, sin nada que envidiar en cuanto a potenciar las virtudes de sus jugadores y que, a la hora de entretener y enganchar, saca algunos cuerpos de ventaja a su predecesor.

Que también, por cierto, se reconoce encantado con este Athletic. «Me parece un equipo magnífico, personalmente me gusta mucho cómo juega», aseguró Joaquín Caparrós en declaraciones a Euskal Telebista. «Disfruto mucho -añadió- viendo cómo van creciendo los jugadores. Son jugadores con mucho recorrido y seguro que van a dar muchas alegrías a la afición».

La importancia

Tampoco es Marcelo Bielsa de los que escatima elogios para sus rivales. Del Mallorca destaca que se trata de un equipo «aguerrido, con delanteros de peso y que se prodiga en la entrega», y de Caparrós subraya que «lo que ha desarrollado aquí, antes de dirigir al Athletic y en la actual campaña, habla de la eficacia de su tarea».

Aunque la entidad del rival -como el momento del curso, las expectativas a largo plazo o la situación clasificatoria- no parece tener excesiva importancia para el entrenador rojiblanco que, en cada previa, insiste en el mismo discurso. En este caso, referido a lo que podría ser el último vagón de Champions que pasa por San Mamés -«siempre es indispensable ganar, no hago cuentas en ese sentido», asegura- o a la trascendental visita que realizarán los leones a Lisboa el próximo jueves, pese a la que Bielsa alineará esta tarde a su once de gala, con la excepción del lesionado Muniain. «Sin ignorar la importancia de lo que se disputa, consideramos ambas competiciones igual de valiosas», zanjó.