Kim Jong-un hace gala de poder militar en su primer discurso
Corea del Norte destacó su poder militar en la conmemoración del centenario del nacimiento del fundador de la República norcoreana y de la dinastía dirigente del país. El nuevo líder, Kim Jong un, dirigió su primer discurso público, un acto inédito en su predecesor, subrayando que «la superioridad militar y tecnológica no están en manos únicamente de los imperialistas», en la misma semana en la que fracasó el lanzamiento de un satélite.
GARA | PYONGYANG
El líder coreano Kim Jong-un destacó ayer el poder militar de Corea del Norte en su primer discurso público durante los actos de celebración de los cien años del nacimiento de su abuelo, Kim Il-sung, fundador de la República Popular Democrática de Corea, y dos días después del fracaso del lanzamiento de un satélite que Occidente vio como una prueba balística.
«La superioridad militar y tecnológica no está únicamente en manos de los imperialistas. El tiempo en el que el enemigo nos amenazaba y hacía chantaje con bombas atómicas ha terminado» proclamó el joven dirigente, dejando entender que su país tiene ya armamento nuclear. «Ningún país nos puede atacar», añadió, en presencia de los más altos responsables del Ejército y del partido.
Con voz tranquila pero sin pasión, y levantando en pocas ocasiones los ojos del texto que leía, saludo la memoria de su abuelo y de su padre, Kim Jong-Il. En la misma semana de celebración del centenario y del lanzamiento del fallido cohete, Kim Jong-un ha accedido a la jefatura del Partido de Trabajo de Corea y de la Comisión Nacional de Defensa, órgano supremo del Estado.
Frente a las penurias económicas que vive la población, prometió que los norcoreanos «que se han enfrentado a muchos retos y han servido fielmente al partido, no tendrán que apretarse el cinturón y disfrutarán de plena prosperidad socialista. ¡Hacia la victoria final!», proclamó el tercer heredero de la «dinastía Kim», señalando con el dedo índice a miles de soldados que irrumpieron en aplausos, gritando: «¡Manse! ¡Manse!»(larga vida). Mientras su padre apenas se dirigió en público a los norcoreanos durante su mandato -una sola vez a través de televisión-, Kim Jong-un ha comenzado el suyo con una intervención que puede marcar un cambio de estilo.
Misiles
Desde la tribuna de honor, adornada con retratos gigantes de sus predecesores, presidió un impresionante desfile militar, con pelotones de miles de soldados que desfilaron durante hora y media, seguidos de columnas motorizadas, tanques y camiones equipados de lanzacohetes. En la plaza, miles de jóvenes agitaban flores y cartulinas rojas, amarillos y blancas formando los nombres de los Kim o la bandera del partido.
El desfile terminó con las estrellas del poderío militar norcoreano, los misiles, la parte más aclamada por el público aparte del discurso del líder norcoreano. Los tierra-mar Styx, que datan de la década de los 50 fueron seguidos por cohetes suelo-aire SA2, SA3 y SA5, construidos en los años 60, los Scud rebautizados como Hwasong y finalmente el Nodong, una especie de mejora del Scud con un alcance de 900 kilómetros y los Musudan, que pueden alcanzar los 2.500 kilómetros.
Destacó la presencia de un nuevo misil de unos veinte metros, que, según las primeras estimaciones de expertos surcoreanos y japoneses, podría tener un alcance de varios miles de kilómetros, y cuya primera parte sería idéntica a la de la cohete Unha que se desintegró el pasado viernes. En el aire, cinco aviones militares contribuyeron a la ceremonia con estelas de humo teñidas de rojo, azul y blanco.
La gestión y transporte de los residuos radioactivos es un gran problema quos quos radioactivos es un gran problema quos quos radioactivos es un gran problema que pued.
Kurt Kampbel, secretario de Estado adjunto para Extremo Oriente de EEUU comenzó ayer una gira por Japón, Corea del Sur e India, con el objetivo de implicar a estos países y evitar «otras provocaciones» de Corea del Norte, tras el lanzamiento fallido de un cohete el viernes.