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Tercera derrota consecutiva lejos de casa

No hay «happy end» en este final

El Manresa, con Gladyr como líder, batió a un Baskonia que tuvo el último tiro para ganar. Sin embargo, el triple final de Teletovic salió muy desviado.

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MANRESA 72

CAJA LABORAL BASKONIA 70

Arnaitz GORRITI

El asalto a la segunda plaza de la Liga ACB Endesa está un poco más difícil después de que el Caja Laboral Baskonia sumara ayer en Manresa una nueva derrota, la tercera consecutiva fuera de casa, en un nuevo final de infarto sin happy end.

A pocos minutos del final, la escuadra catalana superaba por 69-59 a los de Dusko Ivanovic, pero estos, gracias a los puntos de Teletovic -22, máximo anotador del partido- y unos muy buenos minutos de Lampe -lo extraño es que solo dispusiera de 13 minutos de juego-, lograron igualar la contienda a pocos segundos del final, rubricando su remontada con un espectacular «dos más uno» de Nemanja Bjelica, que dispuso de bastantes más minutos que Nocioni, y que volvió a mostrar una garra hasta ahora inusual.

Sin embargo, en la rueda de tiros libres final, aunque ambos equipos anduvieron erráticos -con Lampe dejándose un lanzamiento desde los 4,70 metros esencial para poder poner al Baskonia en cabeza tras un fallo anterior de Hanga-, Justin Doellman, uno de los «ejecutores» del Bagés junto a Gladyr -18 tantos, con 4 triples- anotó el 72-70 final a falta de 10 segundos. A diferencia de los encuentros contra Lucentum Alicante y del Buesa Arena ante el Real Madrid, el último balón iba a pertenecer a los gasteiztarras.

Después del preceptivo tiempo muerto, estaba claro que Mirza Teletovic sería el elegido para jugarse el tiro que forzara la prórroga o buscara la victoria. Bajo el mandato grabado a fuego de no dejar que el bosnio lanzara con comodidad, Josh Asselin se pegó a Teletovic como una lapa, mientras que sus compañeros amagaban el «dos contra uno» con flashes de ayuda que impedían que ningún otro compañero -principalmente Ribas, que durante un instante pareció tener algo de hueco para recibir y tirar- tuvieran una línea de pase clara. Además, conociendo a Teletovic, era evidente que el bosnio de ninguna manera iba a eludir la responsabilidad.

Detalles para ir a remolque

Pero el tiro que tuvo que realizar el ala-pívot baskonista no solo estuvo bien punteado y a casi ocho metros del aro, sino que además había que añadirle la presión del tiempo agotándose. Teletovic es capaz de acertar tiros así, pero ayer le salió una pedrada que golpeó en el tablero, desviado del cesto.

A modo de irónico corolario, Lampe agarró el último rebote y -en principio fuera de tiempo- lanzó un nuevo tiro a la desesperada, tiro que apenas si rozó el aro. La cuestión es que el cuadro baskonista fue amo y señor del rebote -44 a favor, 13 en ataque, por 29 del Manresa-, pero no logró plasmar ese poderío bajo los tableros, sobre todo porque no anduvo muy fino en el lanzamiento triple, con 6 canastas sobre 22 intentos.

Por su parte, los de Jaume Ponsarnau, aunque tampoco tuvieran un día muy inspirado en el lanzamiento -26 de 62 en el tiro de campo, un 42%, 7 de 19 en los triples-, sí que realizó un juego más fluido. Perdió menos balones -9 contra 14- y dio más asistencias -18 ante 14-. Por ese motivo, el Baskonia debió ir siempre a remolque -remontó un 23-18 en contra para llegar empatados a 35 al descanso, aparte de los empates a 69 y 70 del final tras haber ido 69-59-.

Entre lo positivo, cabe destacar el aseado partido del últimamente perdido Milko Bjelica -13 tantos y 5 rechaces, mientras que resultó frustante los 6 puntos y 5 de valoración que sumaron Ribas, Oleson y Heurtel. Queda mucho por afinar.

 

 

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