Raimundo Fitero
De tres en tres
En Antena 3, y su adquisición fría, La Sexta, o sea, dos veces tres, han decidido que la noche de los domingos esté copada por tres comunicadores catalanes, que saben conjugar de manear espléndida el periodismo con el humor y que han marcado una manera de hacer televisión en horarios nocturnos desde hace varías décadas. Esperando que en una o dos semanas llegue Xavier Sardá, el pasado domingo apareció en Antena 3, canal con el que hace unos años dio su paso al conocimiento de las audiencias estatales, Andreu Buenafuente.
Durante un rato compitió con Jordi Évole y su «Salvados» que con su aparente ingenuidad, logró que entendiéramos las consignas policiales, los conceptos sobre resistencia, buenos y malos, de los policías, especialmente los Mossos d'Escuadra catalanes, lo que nos vuelve todavía más cuerdos, no hay manera de buscar o esperar empatía con estos cuerpos que están entrenados, desde los mandos políticos y jerárquicos, para hacer daño, para ejercer la violencia.
Se estrenó «Buenas noches, Buenafuente», y en primer lugar señalar que vuelve a una fórmula de éxito: tres presentadores comandados por Buenafuente, con Corbacho y Berto Romero, que además firma la codirección del espacio. Tres individuos capaces de aguantar muchos minutos la atención de grandes públicos, pero que unidos por un buen guión se retroalimentan. Los tres aparecieron en varios tramos, en algunos con la compañía de otros cómicos, como cuando hicieron «teatro serio», con delirantes fragmentos de «La casa de Bernarda Alba» de Lorca. Uno de los momentos más seguidos por una audiencia que le llevó a un porcentaje esperanzador.
O ese encuentro de Buenafuente con otros tres primeros espadas de la comunicación y la cocina, Adriá, Arzak y Argiñano, que se dedicaron a mostrar su amistad, casi no hablaron de cocina, pero dieron unos minutos televisivos muy divertidos. Yo diría que se admiran, se quieren, se compenetran. En definitiva, un buen programa para la noche del domingo, en la línea crítica de este trío de humor, pero con más medios, como esa presentación remedando a la película «Salvemos al soldado Ryan», con muchos cameos, entre ellos Georgie Dan.