El Khimki enmienda su fracaso de Turín 2009 al ganar la Eurocup de casa
Tras un partido trabado y emocionante, el conjunto moscovita impuso su condición de local para derrotar al Valencia Basket en la final y lograba una licencia B que le otorga el billete para jugar la próxima Euroliga. El exbaskonista Zoran Planinic fue designado MVP de la final.
Arnaitz GORRITI
Contrariamente a lo que reza el dicho, el Khimki sí fue profeta en su tierra. El conjunto moscovita se impuso en la Final Four de la Eurocup, después de batir por 77-68 al Valencia Basket en la finalísima y el exbaskonista Zoran Planinic fue designado como mejor jugador del partido. No obstante, los hombres entrenados por Rimas Kurtinaitis, en unos últimos minutos llenos de emoción y errores, debieron sacar las castañas del fuego sin el concurso del croata, eliminado por faltas. Chris Quinn y Vitaly Fridzon aparecieron con varias canastas y un par de robos providenciales, a pesar de que Valencia Basket empatara a 66 tras una racha de triples y de que Caner-Medley estuviera desatado, para lograr un definitivo parcial de 11-2.
Con el triunfo de ayer, el conjunto ruso enmendaba su fracaso de la Final Eight de Turín 2009. En aquel 5 de abril, los entrenados por Sergio Scariolo, con un plantel de campanillas compuesto por hombres del nivel de Delfino, Mozgov, Garbajosa, McCarty o Lampe, caían por 80-74 ante el Lietuvos Rytas -con Kurtinaitis en el banquillo-, que basó su éxito en el trío compuesto por Eidson, Petravicius y Babrauskas. Así, el Khimki conquistaba ayer su primer título continental y el billete para disputar la próxima edición de la Euroliga sin precisar invitación.
«Jugamos juntos y ganamos juntos»
No fue una gran final. Resultó un encuentro donde hubo un exceso de balones perdidos -18 el Khimki, 22 Valencia Basket-, fruto de los nervios y las asfixiantes defensas. Planinic y Loncar por parte rusa y Lischuk y Caner-Medley por la valenciana, llevaron el timón de un duelo con escaso acierto en el lanzamiento exterior. Al final, el Khimki impuso su condición de local a base de penetraciones, tiros libres y varios robos clave.
En el posterior reparto de galardones, Zoran Planinic se hizo con el trofeo al MVP de la final. Pero como las faltas personales lo sacaron del partido justo en un último cuarto en el que el Valencia Basket consiguió empatar, el base croata quiso recalcar el gran trabajo de sus compañeros de equipo.
«Esta campaña de la Eurocup, después de que el Charleroi nos eliminara de la fase previa de la Eurioliga, nos ha inculcado una mentalidad ganadora. Una vez estaba eliminado, Quinn y Fridzon realizaron un gran trabajo, pero sobre todo, hay que recalcar que fue el equipo quien ganó».
Las palabras de Kurtinaitis -manteado por sus jugadores al final del encuentro- no hicieron sino corroborar ese «éxito cooperativo». «Llevamos preparándonos desde hace siete meses. Armamos un equipo distinto, ya que ninguno de nuestros hombres es uno de los diez mejores, como tampoco yo lo soy entre los entrenadores. Jugamos juntos y ganamos juntos. Estoy feliz por eso». «Ya gané la Copa de Rusia, pero la alegría por este título es mucho mayor», apostillaba un exultante Fridzon, superviviente de Turín 2009.
La frustración llegaba del Valencia Basket. Después de eliminar con solvencia, 80-70, al Lietuvos Rytas en semifinales, y empatar en el último cuarto en la final, no consiguieron repetir su éxito de la Final Four de Gasteiz 2010. «Orgulloso» con los suyos, Velimir Perasovic se quejó amargamente del arbitraje.
«El equipo ha dado la cara, pero los últimos minutos fueron un descalabro arbitral. No nos dejaron acercarnos, no pitaron una falta sobre Rafa Martínez y en la siguiente jugada les dieron dos tiros libres. Pasamos de haber estado a un punto a estar a cinco... Ha sido una jugada maestra», apuntó. «El equipo ha estado muy bien, pero parece que tenía que ganar el Khimki», añadía el máximo accionista del Valencia Basket, Juan Roig.
El capitán taronja, Víctor Claver, mostraba su pena por no poder dedicar el triunfo a los 200 valencianos que acudieron a Moscú. «Quiero dar las gracias a los aficionados por confiar en nosotros. No es justo decir que perdimos por los árbitros, porque hemos tenido tiros fáciles y no los hemos acertado». El Khimki se llevaba la Eurocup de casa.
Suena a mezquindad eso de alegrarse del mal ajeno, pero los mandamases de Gescrap Bizkaia Bilbao Basket quizá respiraron tras el triunfo del Khimki. De haber ganado el Valencia Basket, hubiese tenido derecho a una licencia B para jugar la Euroliga, según el convenio firmado el pasado verano entre este organismo y la ACB.
La cuestión es que Baskonia, Real Madrid, Barcelona y Unicaja tienen su propia licencia A y, por ende, en principio volverán a jugar la próxima Euroliga. Si el conjunto taronja hubiera ganado la Eurocup, solo el título de Liga ACB le hubiera dado al cuadro bilbaino la opción de disputar la principal competición europea.
Por otro lado, la «ventana» abierta para el club bilbaino es un poquito más grande. Unicaja, actualmente en undécima posición, perderá su licencia A si se queda por debajo de la novena plaza. En tal caso, los hombres de negro podrían aspirar a jugar la previa de la Euroliga en caso de llegar a semifinales. A. G.