La aviación de Jartum bombardeó un campamento de Cascos Azules de la ONU en territorio sursudanés próximo a Sudán, en una región donde se encadenan desde finales de marzo los enfrentamientos entre los dos vecinos, ahora al borde de una guerra abierta.

El ataque se produjo la noche del domingo. Las bombas lanzadas por las Fuerzas Aéreas sudanesas causaron la muerte de siete civiles e hirieron a 14 miembros de las Naciones Unidas alrededor del campamento, en la ciudad de Mayom, según dijo el ministro de Información de la Unidad Estatal, Gedeón Gatpan.

Desde finales de marzo, Sudán y Sudan del Sur se enfrentan en la región, en las zonas fronterizas, principalmente en el área de Heglig, que proporciona la mitad de la producción de petróleo crudo del norte, también reclamado por el Sur.

La tensión entre ambos se intensificó aún más la semana pasada cuando el Ejército de Sudán del Sur tomó este área estratégica.

Las relaciones han sido tensas desde la independencia de Sudán del Sur en julio.

Declaración del Parlamento

El Parlamento sudanés declaró ayer «enemigo» al Gobierno de Sudán del Sur, debido a la ocupación desde hace una semana de la región fronteriza de Heglig, rica en petróleo y escenario de combates entre las tropas de ambos países.

La resolución de los diputados sudaneses, que fue aprobada por unanimidad, considera que el Ejecutivo de Sudán del Sur «es enemigo de Sudán» y pide que todas las instituciones sudanesas traten a dicho país desde esa perspectiva.

Tras el anuncio del resultado de la votación, el presidente del Parlamento de Sudán, Ahmed Ibrahim al Taher, solicitó a los diputados que actúen para derrotar al Movimiento Popular para la Liberación de Sudán (MPLS), que gobierna en Juba.