En 1907, solo un año después de su nacimiento como club de fútbol, nació la rivalidad lisboeta del Sporting Clube de Portugal con el Benfica, y lo hizo con una victoria de los Leones en la que estrenaron indumentaria, camiseta dividida verticalmente en dos franjas, una verde y otra blanca. Las Águilas volverían a ser decisivas, veinte años después, en el cambio a la equipación definitiva. En un viaje a Brasil en 1928, el Sporting utilizó la camiseta de su equipo de rugby, con rayas horizontales verdiblancas, por ser más fresca. Y les gustó. La ratificación llegó en octubre cuando en un partido ante el Benfica, bajo un temporal, el Sporting se cambió a las camisetas de rugby en el descanso y terminó ganando el partido. Fue el génesis de una camiseta que, aun lamentando que en su día su archirival Benfica le arrebata al gran Eusebio, en su historia más reciente la han vestido jugadores como Ronaldo, Figo, Nani, Simao o su actual entrenador, Sa Pinto.

Hoy, este Sporting de Portugal trata de seguir formando parte de ese sólido triunvirato que domina el fútbol portugués junto a Benfica y Porto, y que ve peligrar por la seria irrupción del Sporting de Braga. Una temporada para los del Alvalade que, en resultados, se asemeja un tanto a la del Athletic, porque a su irregular campaña doméstica contrapone el ser semifinalista tanto en la Europa League como en la Copa portuguesa.

Ocho partidos consecutivos llevan los de Ricardo Sa Pinto sin perder en su propia casa y suman ya once invictos como local en competición europea. Su último triunfo, ante el líder Benfica, con un gol de penalti. Una racha que tratarán de romper los de Marcelo Bielsa, que han ganado cuatro de los seis partidos a domicilio desde que comenzara la fase de grupos, y suma cinco partidos seguidos sin perder en Europa.

La principal arma de este Sporting es la unidad y confianza del colectivo lograda por Sa Pinto, reflejada en el buen rendimiento de jugadores como el capitán Polga, de 33 años -aunque él y el fornido Xandão son inseguros con el balón en los pies-, o de uno de sus hombres más en forma, el ex del Villarreal, Matías Fernández, con libertad para jugar de `10'.

Como no habrá que perder de vista la habilidad y las asistencias de gol del intermitente Diego Capel -ha recibido más faltas que Muniain en la competición-; las peligrosas subidas por banda del argentino Emiliano Insúa; al buen mediocampista ofensivo ruso Marat Izmailov y al incansable holandés Stijn Schaars que lo ha jugado todo; mientras que en punta el peligro de este Sporting se llama Ricky van Wolfswinkel, un joven talento que trabajó muy duro en sus inicios para llegar a este nivel y que compartió vestuario en 2002 en el modesto AGOVV Apeldoorn con su compatriota del Schalke Klaas-Jan Huntelaar. Quien sí faltará es Elías, el hombre que da equilibrio al equipo.