75º ANIVERSARIO DEL BOMBARDEO
«El arte tiene la capacidad de generar reflexión y también de señalar las tropelías»
Es uno de los patriarcas de las artes vascas y también superviviente de la guerra del 36. A invitación de GARA, ha realizado la lámina «Gernika», que mañana distribuirá este diario en homenaje a las víctimas de la barbarie.
¿Recuerda cómo tuvo noticia del bombardeo de Gernika?
Sí. Nos habíamos exiliado a Donibane Lohizune, yo tenía 12 años. De allí destinaron a mi padre a la Delegación del Gobierno Vasco en París y allá solía ir con el lehendakari José Antonio Agirre a visitar las obras de la Exposición Universal que se preparaba; yo les acompañaba porque me gustaban mucho los edificios. Un día de aquellos tuvimos conocimiento de lo que había pasado en Gernika. Recibimos la noticia con horror. Aquellas circunstancias dramáticas de la guerra y el exilio hicieron que yo me abriera definitivamente al conocimiento...
¿Qué ha querido transmitir con la lámina realizada para GARA?
He partido de un fragmento de un cuadro mío dedicado a Gernika y he añadido los trazos rojos del fuego que devora la arquitectura rústica del caserío. Una obra de arte tiene siempre una presencia bajo la cual se encierra un contenido simbólico. Y este es Euskal Herria ardiendo.
Es lo que quería expresar y me alegro y agradezco que os hayáis interesado por ello y me hayáis invitado a hacerlo.
¿El arte puede contribuir a mantener viva la memoria colectiva de un pueblo?
Sin duda. El arte tiene la capacidad de generar reflexión y también de señalar las tropelías.
¿Qué supone Gernika para los vascos?
Gernika tiene algo... Hubo otros bombardeos sobre poblaciones civiles: Otxandio, Eibar, Durango... Gernika ha permanecido como símbolo de todos ellos y en parte puede ser debido también a la proyección mundial que le dio precisamente el arte, a través del «Guernica» de Picasso. Todo esto contribuye a esa idea de la necesidad de la memoria histórica.
¿Confía en que el mensaje de su lámina llegue también a los jóvenes de hoy?
Sí, me gustaría y además creo que es así... La lámina tiene unos contenidos directos dirigidos al entendimiento y a los sentimientos, que espero que lleguen a todas las generaciones sin distinción. Los jóvenes de hoy día, además, son muy permeables a los acontecimientos políticos. Basta ver en las manifestaciones la cantidad de jóvenes que hay en la primera fila... Yo ya tengo 88 años y no puedo andar así, pero los admiro y los animo.