Gregor Sarkissov, el ciudadano armenio que se encontraba retenido en el Centro Administrativa de Hendaia desde el 27 de marzo, fue liberado ayer después de que las autoridades francesas intentaran expulsarlo por encontrarse en situación irregular.

El hombre, de 30 años, se opuso enérgicamente a ser expulsado como ya lo hiciera anteriormente en otras dos ocasiones en las que también estuvo a punto de serlo, la primera, al día siguiente de ser detenido. Es la segunda vez en tres meses que Sarkissov es detenido. La amenaza de expulsión también pende sobre su esposa, de 25 años.

Demanda de asilo

El matrimonio, que vive en Pau, tiene dos hijas de 3 y 7 años que están escolarizadas en la capital bearnesa. Llegaron al Estado francés hace año y medio y solicitaron asilo, demanda que les fue denegada. En la actualidad se encuentran a la espera del resultado del recurso que presentaron.

Diversas organizaciones de defensa de derechos humanos y sindicatos de la enseñanza han denunciado con vigor el ensañamiento del prefecto con la familia Sarkissov y su intento de desmembrarla, puesto que el padre de familia sería expulsado a Armenia y su esposa a Azerbayán.

La asociación Cimade presentó una denuncia por no haber procurado ayer por la mañana un intérprete de ruso a Sarkissov, como prescribe la ley. Según manifestó la abogada de Cimade, la Fiscalía de Pau decidió por la tarde abandonar los cargos de negativa a ser expulsado por los que iba a ser a ser juzgado el martes, «seguramente porque sabían que íbamos a alegar ese vicio de forma que anularía todo el procedimiento».