Ayer acabó la primera fase de la campaña para las elecciones presidenciales, campaña un tanto insulsa en cuanto a ambiente de calle, por lo menos en Ipar Euskal Herria, con la salvedad de la visita del candidato Philippe Poutou (NPA), que estuvo en la capital labortana en noviembre y la realizada por Nicolas Sarkozy a Baiona, a principios de marzo, que todavía está dando qué hablar.

Por lo demás, ningún primer espada ha puesto los pies por estos lares. La candidata verde de Europe Ecologie, Eva Joly, quiso hacerlo pero una huelga de aviones se lo impidió. Algunos esperaban que el favorito en las encuestas, François Hollande, repitiese visita tras la realizada en verano en plan privado, pero solo envió a uno de sus principales asesores de campaña, Arnaud Montebourg.

Lo mismo hizo la UMP ayer, poniendo broche a la campaña con la llegada del ministro de Exteriores y alcalde de Burdeos, Alain Juppé, a Biarritz.

Cuestiones locales

Algunos candidatos han respondido a las interpelaciones locales respecto a problemáticas específicas de Ipar Euskal Herria como la demanda de una institución propia, el proceso de paz, la oficialización del euskara o la nueva línea del TAV.

Respecto a la primera, todos los candidatos de la derecha, incluida la del FN, se han mostrado contra la instauración de una colectividad territorial específica vasca. Solo la candidata verde y el de NPA son favorables. El centrista François Bayrou lo deja en manos de los electos locales, la troskista Nathalie Arthaud no se pronuncia y el socialista Hollande se refugia en la descentralización que lanzará si es elegido.

En relación con el proceso de paz, Poutou, Cheminade, Joly y Bayrou son favorables, con sus matices, al diálogo entre los Estados francés y español y ETA y al acercamiento de los presos (Artahud también con esto último). El resto son contrarios al diálogo del Estado francés con la organización vasca o, simplemente, no se pronuncian.

Carta Europea de las Lenguas

En cuanto a la cuestión lingüística, repiten su posición favorable Eva Joly (Europe Ecologie) y Poutou (NPA). Arthaud (LO) no está en contra pero subraya que «la herencia de las grandes lenguas nacionales e internacionales ha constituido un instrumento de progreso».

Hollande, Bayrou y Jacques Cheminade prometen ratificar la Carta Europea de las Lenguas minorizadas y el resto, incluido el candidato del Frente de Izquierda Jean-Luc Mélenchon se proclaman contrarios a ello argumentando, principalmente, que supondría un «tratamiento diferenciado en el seno de la República y, por ende, iría contra el principio de igualdad de los ciudadanos».

La línea del TAV cuenta con el apoyo claro de Le Pen, Cheminade y, por supuesto, de Sarkozy y con la oposición, no menos clara, de Joly, Poutou y, algo menos esperado, del gaullista Dupont-Aignan. Mélenchon (FG) propone una moratoria y Hollande una auditoría. Arthaud no se pronuncia porque «no conoce suficientemente» la cuestión.