El sindicato ELA denunció ayer que la dirección de la empresa alavesa Celsa Atlantic (antigua Laminaciones Arregui), ha planteado despedir a 91 de los 352 trabajadores de las plantas que tiene en Gasteiz y Urbina -según la dirección para que «sean rentables»-, así como una reducción salarial del 30 % y un aumento de la jornada laboral de 104 horas, hasta el máximo legal permitido de 1.820 horas.

Además, según afirma el sindicato a través de un comunicado, la dirección «no asegura en absoluto que con estos recortes vaya a garantizarse el futuro de las plantas alavesas sino que se abriría una mínima posibilidad».

La central recuerda en su nota el «esfuerzo» que la plantilla ha realizado en materia salarial ya que los trabajadores tienen congelados sus salarios desde el año 2009 y critica que la dirección pretenda «culpabilizar» a los empleados por una situación que ellos no han creado. ELA afirma que solo dos meses después de la puesta en marcha de la reforma laboral de Rajoy «Laminaciones Arregui ha puesto encima de la mesa toda esta batería de cuestiones» con las que la empresa «pretende que los trabajadores le cuadren el presupuesto 2012, ya que el ahorro que esto supone solo para este curso asciende a 8 millones de euros».

«Chantaje empresarial»

ELA considera que «estamos ante un claro caso de chantaje empresarial que tras la amenaza de cierre, pretende que sus trabajadores le den todo aquello que los bancos les niegan».

El sindicato, tras denunciar las consecuencias de la reforma laboral decretada por el Gobierno español, anuncia que trasladará al resto de centrales representadas en la empresa su propuesta de movilizaciones «contundentes» para «sumar con todos aquellos que, de manera inequívoca, defendamos el empleo y las condiciones laborales de los trabajadores».