El Ibex recuperó ayer los 7.000 puntos, aunque los apoyos para la subida fueron débiles. Los analistas, sin embargo, destacaban como fundamental para entender este parón en el desplome los bajos precios de las acciones tras una semana de caídas, en la que el Ibex acumula un descenso del 2,90%. La mejoría en el índice IFO de confianza empresarial de Alemania y las cuentas empresariales publicadas en EEUU también amparaban la sintonía positiva de los mercados. El Ibex concluyó la semana, la quinta consecutiva con pérdidas, en los 7.040,60 puntos, tras rebotar un 1,92%. Las ganancias del resto de plazas europeas fueron más moderadas. Fráncfort subió un 1,18%, Londres, un 0,48%, y París, un 0,47%. En esta última plaza se cerraban las puertas a la espera de la primera vuelta de las elecciones presidenciales, donde François Hollande podría iniciar su camino hacia la victoria, tal como recogen las encuestas. En el Ibex, los pesos pesados saltaron desde sus mínimos anuales con fuerza. BBVA se apuntó un 3,03%, Iberdrola, un 3,10%, y Santander, un 2,44%. Por su parte, Repsol, que sigue digiriendo la expropiación de sus acciones en YPF, paso del rojo al verde por la tarde al apuntarse un 1,74%. Entre los perdedores, sobresalió ACS (-4,91%), que está sufriendo las consecuencias de la reducción de su presencia en el capital de Iberdrola. En París, los bancos respondieron con avances generalizados. BNP Paribas recuperó un 3,68%, Société Générale, un 3,47%, y Crédit Agricole, un 2,27%. El mejor de la jornada fue Vivendi (+3,91%), al tiempo que Danone 8-3,55%) lideraba los recortes.