Advierten de que ningún juicio impedirá avanzar hacia la solución
Con la sentencia del «caso Bateragune» a punto de dictarse, militantes de la izquierda abertzale imputados en diversas causas recordaron ayer a Madrid que de nada sirve intentar desmoronar con juicios políticos el nuevo escenario que vive Euskal Herria. Precisamente, el 3 de mayo comenzará en la Audiencia Nacional el juicio oral contra las plataformas electorales D3M y Askatasuna, mientras que otros trece militantes se enfrentan a penas de cárcel de entre 7 y 9 años.
Oihane LARRETXEA |
Al nuevo tiempo abierto en Euskal Herria, -y a la esperanza compartida que trae consigo por alcanzar una resolución democrática-, aún se le ponen palos en la rueda para intentar entorpecer la dirección de este camino que ya no tiene marcha atrás. En estos términos se pronunciaron ayer en Donostia, en el Palacio Miramar, Pernando Barrena, portavoz de la izquierda abertzale, y Txerra Bolinaga, miembro de Eleak, acompañados por militantes de la izquierda abertzale imputados en diferentes sumarios.
Algunos de esos palos en la rueda son los juicios políticos que se han sucedido y se suceden contra el movimiento independentista y las personas que lo componen. Con la sentencia del «caso Bateragune» a punto de dictarse, el próximo 3 de mayo comenzará en la Audiencia Nacional española el juicio oral contra las plataformas electorales D3M y Askatasuna, mientras que otros trece militantes de la izquierda abertzale se enfrentan a sendas peticiones penales de entre siete y nueve años.
Según los datos que aportaron, «en los diversos sumarios políticos contra la unidad popular nos han castigado y/o imputado a más de cien personas». Asimismo, recordaron que en la actualidad, diez de ellas se encuentran encarceladas, y que se trata de «personas que han sido muy importantes en la promoción de la apuesta estratégica que nos ha traído hasta este nuevo ciclo político, importantes agentes proactivos del proceso de paz», dijo Barrena.
Agregó también que «a otras trece personas las sentarán en el banquillo de la Audiencia Nacional española a partir del 3 de mayo en el juicio contra D3M y Askatasuna, por haber promovido e impulsado plataformas electorales populares en 2009».
Al respecto, a juicio de Bolinaga, «estas personas serán juzgadas por defender un proyecto cuyo objetivo era cubrir el vacío político e institucional creado por las ilegalizaciones y dar una opción de voto a una parte de la sociedad vasca que así lo quería, en definitiva, serán juzgadas por ejercer sus derechos». Y remarcó que «este caso no se trata de una excepción, aunque en ocasiones la situación política actual haga parecer que hablamos de cosas pasadas, por desgracia no es así».
«Rodillo represivo»
En su intervención, Barrena echó mano de la hemeroteca para hablar de «rodillo represivo». «El Estado español inició durante el mandato de Aznar una política de rodillo policial-judicial contra la izquierda independentista da Euskal Herria. Desde entonces, organizaciones juveniles, medios de comunicación, movimientos populares, agentes políticos y una institución incluso, han sido aplastados bajo ese rodillo, y cientos de militantes de la izquierda abertzale han sido perseguidos, detenidos, encarcelados, imputados y castigados. Ese rodillo represivo que arrancó Aznar siguió rodando con Zapatero, y con Rajoy no ha parado aún. No ha cesado la correa de las detenciones-juicios-ilegalizaciones y castigos de excepción», recordó.
Considerando que mientras el trabajo del «rodillo» por «agredir y pulverizar la capacidad organizativa de la izquierda abertzale», así como «obstaculizar la apuesta estratégica para promover un proceso de resolución democrática definitiva» ha caído en saco roto, la izquierda abertzale, junto con otros agentes sociales y políticos, han abierto paso a un nuevo tiempo político. «La declaración de Aiete y la decisión de ETA de cesar definitivamente la actividad armada han marcado un hito histórico, y han hecho posible el inicio de un Proceso definitivo de resolución democrática», dijo.
Mencionaron, a su vez, el Acuerdo de Gernika, con el que consideraron se dibujó «un amplio consenso entre agentes sociales, sindicales y políticos de Euskal Herria en torno a los principios y pasos sobre los que debe pivotar el proceso integral de resolución democrática».
Criticando su postura enrocada, recordaron a Madrid que representantes al más alto nivel de la Comunidad Internacional se han implicado directamente en la promoción de dicho proceso, tanto en Aiete, como en el Grupo Internacional de Contacto (GIC) y en la Comisión Internacional de Verificación).
La llamada para que el Gobierno de Rajoy dé pasos reales no llegan además solo desde Euskal Herria, o del ámbito internacional, también desde Madrid, poniendo como ejemplo la suscripción por parte de 500 personalidades del Estado español de un documento que pedía al ejecutivo del PP profundizar en la hoja de ruta marcada por la Declaración de Aiete.
«¿Qué están consiguiendo y qué no?», preguntó el mismo Barrena. «Dolor y sufrimiento», pero también que «cada vez sea más profunda la brecha que separa al Estado español de esa mayoría social de Euskal Herria que reclama soluciones».
«El agua en movimiento no se estanca ni se pudre y Euskal Herria está en marcha. Aunque lo hagamos desde la ilegalización, desde la cárcel, desde la imputación y desde el banquillo», la izquierda abertzale reafirmó su compromiso con la resolución y con la transformación socio-política. «Sonreímos, desde la absoluta seguridad de que lo vamos a conseguir», determinó.
«La historia nos ha demostrado que los derechos se conquistan. Reconquistemos pues, lo que nunca debimos haber perdido», dijo Bolinaga, animando a acudir el 5 de mayo a Bilbo a la manifestación en denuncia de este nuevo juicio político.
El 3 de mayo, día de inicio del juicio, saldrán autobuses a Madrid, y habrá concentraciones en Euskal Herria. Para más información al respecto, así como sobre la agenda semanal, se puede consultar la página web de Eleak.
El abogado sudafricano Brian Currin se preguntó ayer «a qué está esperando» el PP para empezar a avanzar hacia la consolidación de un proceso de soluciones, tras recordar que el Gobierno español aún no ha respondido al emplazamiento a dialogar sobre las consecuencias de la violencia. «No a negociar, sino a hablar de víctimas, presos, entrega de armas, no ha habido nada» afirmó, considerando que le toca al Ejecutivo «move ficha». Durante el estreno del documental «Gazta Zati bat-A Piece of Cheese» en Donostia, el facilitador indicó que no se trata de cuestiones «tan difíciles», de modo que emplazó a Madrid a «dar el primer paso que todo el mundo está de acuerdo debería ser el acercamiento de los presos».
Haciéndose eco de unas recientes declaraciones del ministro del Interior, en las que decía que ETA ya no dispone de armas y que no podría volver a cometer atentados, Currin manifestó que «ya que no tiene armas y no va a utilizar más la violencia, ya no hay tanto riesgo inherente para liberar a algunos de los presos porque van a ir a un entorno no violento, democrático». Asismismo, señaló que «todos los partidos políticos están de acuerdo en que tiene que ocurrir algo con los presos», de modo que «las únicas preguntas que quedan por responder es qué tiene que ocurrir y cuándo». Y respondiendo a lo que se demanda desde algunos círculos políticos, sostuvo que pedir la disolución de ETA «ya no viene a cuento y es algo que no se tiene que pedir», recordando que en Irlanda lo que hicieron los grupos armados fue cambiar de rol y ayudar a los presos al salir de prisión.
Currin también se refirió al diálogo político entre partidos y señaló que en octubre del pasado año «había más diálogo político que ahora, que después de la Declaración de Aiete». «No entiendo por qué, no tiene ningún sentido», opinó a ese respecto, y emplazó a las formaciones políticas vascas a «mostrar liderazgo y dialogar entre ellas». GARA