Las alertas se tamizan con una paleta cromática, como si en esa jerarquización se pudiera encontrar un camino menos espinoso para llegar al desenlace. En las televisiones, en todas las cadenas, en casi todos los canales, las estadísticas empiezan a emitir señales de una alerta que podría considerase gris, porque no se puede ver nada más que en blanco y negro. Si las cuotas de pantalla, las audiencias medidas de las maneras que se miden, son orientaciones para caminar en una espesura de nieblas densas, consideradas indicadores de una cierta realidad, todas van bajando en porcentaje; es decir, esa masa que conforma la suma de cada uno de nosotros se ha diseminado por todas las ofertas televisivas y, como en ciertas franjas horarias parece existir un pacto de agresión al telespectador sensible, nadie alcanza cuotas de pantalla de solvencia incuestionable.

En suma, todo es relativo: se sube, se baja, pero nadie destaca. Se mueven en una mediocridad de resultados que se acompaña de una insuficiencia de proteínas económicas; es decir, de anunciantes, lo que hace que el modelo se tambalee de una manera evidente, y que la caída de algunos edificios con cimientos arenosos sea inminente, en forma de cierre, privatización falsa, es decir, dación a los amigos para mantener un huerto donde sembrar votos y cosas por el estilo.

Cada primero de mes se conocen los resultados del mes anterior. Repasando los de los últimos meses, se puede titular es que las tres generalistas estatales se van igualando, pero por la banda baja. Que en los canales de la TDT, la cifra es siempre minorista, que como complemento de algunas programaciones puede servir, pero que casi ninguno puede ser estable dadas las circunstancias. Por ello, los globos sondas que se van lanzando referente a privatizaciones, a cesión de señales de TDT para las empresas de telefonía y otros asuntos, puede ser una realidad en breve, ya que lo que queda claro es los canales de alta definición (HD), no acaban de funcionar, los canales locales viven en otra galaxia y en este deterioro se están llevando a otras industrias paralelas, productoras de audiovisuales entre ellas. Alerta.