El rescate del sistema financiero del Estado español se ha convertido ya en una hipótesis de trabajo para los inversores. Pese a la negación continua del Gobierno, son cada vez más los expertos que ven factible una intervención de los organismos europeos para taponar la profunda herida del sector financiero, seriamente dañado por la dificultad de encontrar los fondos destinados a su recapitalización y saneamiento. Este feo panorama tuvo ayer otros aliados en forma de malos datos macroeconómicos en la eurozona. La caída en la actividad industrial en abril y la subida de la tasa de paro hasta el 10,9% están marcando ya un camino claro hacia el decrecimiento generalizado. En este contexto, el Ibex, el peor de los europeos, se dejó un 2,55%, y hoy saldrá desde los 6.831,90 puntos. Este nivel, el más bajo del ejercicio, todavía supera los mínimos de 2009. Del resto de plazas europeas, sorprendió París al anotarse un 0,42%, frente a los descuentos de Londres (-0,93%) y Fráncfort (-0,75%). En el Ibex, los focos estuvieron sobre los bancos y Red Eléctrica. Entre los primeros, los más penalizados fueron Bankia (-5,13%), Popular (-4,31%) y Sabadell (-4,15%). Tampoco se libraron los dos grandes: BBVA cayó un 3,33%, y Santander, un 3,31%. Por su parte, Red Eléctrica (-2,23%) capeó bien el temporal de la nacionalización de su filial de Bolivia. Abengoa (+7,19%), el mejor ayer, se vio beneficiado por la renegociación de su deuda. En París, brilló al alza el sector del lujo. LVMH ganó un 2,60%, y Pinault-Printemps, un 1,99%. Los títulos de Veolia Environnement (-4,34%) lideraron los recortes.