La militancia de EA puede acabar siendo juzgada en la Audiencia Nacional por mejorar la captación de la señal de ETB en Nafarroa. El secretario general de Eusko Alkartasuna, Peio Urizar, y el responsable del partido en Nafarroa, Maiorga Ramírez, anunciaron ayer que la Abogacía del Estado intenta que el cierre del repetidor que pagó la militancia de Eusko Alkartasuna sea juzgado por el tribunal de excepción. El motivo no tiene que ver con el conflicto vasco, sino que se sustentaría en que el repetidor contraviene una orden ministerial.

Urizar relató cómo su formación presentó un recurso en contra del precinto del repetidor que habían contratado en la sierra de Erreniega. EA adujo que esa «medida cautelar» no tenía justificación, puesto que la señal no supone un perjuicio para nadie. Pese a ello, desde que la Guardia Civil rompiera el candado el pasado siete de marzo, el dispositivo sigue inutilizado. La respuesta al recurso promete alargar el litigio judicial. La Abogacía del Estado (dependiente del gobierno del PP) les ha anunciado que su intención es que sea la Audiencia Nacional quien decida sobre el asunto, evitando que la Audiencia Provincial navarra se pronuncie, lo que sería bastante más ágil. El siguiente paso será saber si el tribunal de excepción entiende que el caso es de su competencia, por lo que, de momento, el anuncio sólo revela la voluntad política del PP de retrasar y magnificar el asunto.

Urizar se mostró muy crítico con las pretensiones de la Abogacía del Estado, debido a las «connotaciones políticas» que tiene la AN en Euskal Herria. Además, considera que tanto el PP, como el gobierno de UPN y PSN -que también instaron la censura de la señal- están haciendo «el ridículo» con este intento de traspaso. Para Urizar, más que «una obsesión o una fobia», el precinto de su repetidor responde al miedo de los gobiernos navarro y estatal. «No existe odio hacia el euskara, sino miedo a que la ciudadanía navarra sienta el euskara como algo propio y suyo», aseguró.

En este sentido, EA considera que no solo no ha cometido falta o delito alguno, sino que su decisión ha ido en la dirección correcta. Urizar recordó que existe y un protocolo firmado entre el Gobierno Navarro y Patxi López en el que se comprometían a «normalizar» las emisiones del ente vasco. Este compromiso jamás se desarrolló, alegando presuntas trabas de índole económica. Unas dificultades que no se sostienen por ninguna de las dos administraciones ya que, como publicó GARA, ETB podría rentabilizar la inversión del múltiplex en un año y, por otro lado, el Gobierno navarro sí que permite la emisión de Aragón TV desde sus propios repetidores. De hecho, el verdadero fin del repetidor de Eusko Alkartasuna (que costó 12.000 euros, sufragados por la militancia del partido) era evidenciar la falsedad de los argumentos economicistas de Iruñea y Lakua.

El origen del conflicto

Eusko Alkartasuna anunció la colocación de un repetidor en Erreniega que transformaba la señal analógica de ETB en señal digital. Este dispositivo sólo garantizaba la cobertura de parte de Iruñerria y, fundamentalmente, permitía sintonizar los canales ETB 1 y ETB 2 sin tener que cambiar la televisión a modo analógico. Pero el repetidor consiguió algo más, volver a poner sobre el tapete el veto a los canales en euskara en Nafarroa. Esto se consiguió gracias a la reacción de UPN, arropado por sus socios de PSN, que censuró sin paliativos la mejora de la señal y presentó una denuncia. Esto permitió que Carmen Alba, recién nombrada delegada del Gobierno, protagonizara su primera acción de corte mediático, al enviar guardias civiles a Erreniega a romper el candado del repetidor y precintarlo.

Más allá de dónde continúe la batalla judicial, la captación de ETB en Nafarroa sigue sin tener una continuidad garantizada. Aun recomponiendo el dispositivo de EA, no se arreglaría nada, puesto que el repetidor depende que que ETB siga manteniendo la señal analógica. El apagón analógico definitivo ha tenido varias fechas, pero se ha ido retrasando. Pese a ello, esta situación de anormalidad no puede estirarse mucho más.

Además, el panorama mediático en Nafarroa ha sufrido un vuelco desde que Eusko Alkartasuna colocara su repetidor. El principal cambio es la desaparición de Canal 4, la última emisora de la extinta Localia, cuya marcha ha dejado dos canales de TDT vacíos en Nafarroa. Después del fin de sus emisiones, sólo quedaron en Nafarroa Canal 6 y Popular Televisión, que pugnaron por los dos millones de subvención que se conceden cada año en el herrialde. Canal 6 ganó de mano en el reparto de ayudas, con lo que la católica Popular Televisión también desapareció, siendo absorbida por Canal 6.

El resultado de estos sucesivos cierres ha sido que, ahora mismo, Nafarroa cuenta con tres canales de TDT en los que no se ve absolutamente nada y que permitirían, si hay voluntad política, la captación de tres canales a coste cero. Sin embargo, parece que nada se mueve. Precisamente, ayer la presidenta navarra, Yolanda Barcina, fue preguntada a este respecto en una entrevista en Radio Euskadi. Barcina dijo que «no hay ninguna novedad» y tampoco puso fechas, ni siquiera a un año vista. No es un tema «prioritario» en su agenda política.