ND renuncia a la misión imposible de formar un gobierno pro recortes
La coalición de izquierda radical Syriza, segunda fuerza tras las elecciones del domingo, recibe hoy el encargo de formar gobierno en Grecia, tras el fracaso del líder del derechista Nueva Democracia, Antonis Samaras, para lograr que un tercer partido se sumara a una coalición con su formación y el socialdemócrata Pasok. Ambos carecen de mayoría suficiente en el Parlamento, donde el resto de grupos se opone a las políticas de recortes impuestas por Europa.
GARA | ATENAS
Ni siquiera el regalo de 50 escaños extra como partido más votado a Nueva Democracia (ND) ha hecho posible que esta formación de derechas pueda formar un gobierno con el suficiente respaldo parlamentario con el socialdemócrata Pasok, el otro partido que garantiza su apoyo a los recortes impuestos por Bruselas.
El jefe del Estado, Carolos Papulias, encargó la formación de gobierno a Antonis Samaras, líder de los conservadores de ND, quien se enfrentaba a una misión imposible con una Cámara donde el resto de grupos se oponen a las políticas de recortes impuestas por la UE y el FMI a cambio de préstamos financieros.
Entre ND y Pasok suman 149 escaños de los 300 totales, pero su porcentaje en votos apenas suma la tercera parte de los apoyos. Samaras tenía que lograr la cuadratura del círculo para buscar un aliado que apoye las políticas impuestas por Europa entre los partidos que han hecho bandera de su oposición a las mismas. «Hablaremos con todos excepto con Nuevo Amanecer», el partido neonazi, había afirmado el líder de ND.
Pero tras los primeros encuentros, resultó evidente la imposibilidad de un gobierno de coalición y Samaras renunció al encargo, anunciando que no ha podido recabar los apoyos suficientes para formar un gobierno de coalición.
«Ha sido imposible»
«Hemos hecho todo lo que hemos podido. Ha sido imposible. He devuelto el mandato», afirmó Samaras tras una intensa jornada de contactos con los partidos con representación en el Parlamento griego.
Samaras tenía tres días para lograr un pacto de investidura o, de lo contrario, ceder el testigo al líder de la Coalición de la Izquierda Radical (Syriza), Alexis Tsipras, segunda fuerza política del país. Está previsto que Papulias se reúna con Tsipras a las 12.00 de hoy, hora local.
Si Tsipras tampoco logra una coalición, Evangelos Venizelos, del Movimiento Socialista Panhelénico (Pasok), tendrá la responsabilidad de cerrar un pacto o Papulias se verá obligado a convocar unas nuevas elecciones. Algunos medios griegos se aventuraban ayer a apuntar el 17 de junio como posible fecha de los nuevos comicios al no observar una fórmula mágica para formar gobierno.
Samaras recibió la primera negativa de Alexis Tsipras, el líder de Syriza. Tras un encuentro de apenas 20 minutos, Tsipras afirmó que «tenemos la convicción de que la salvación del país se conseguirá por la vía del rechazo a estas medidas bárbaras, mediante el alivio de la recesión y no con el saqueo de pensiones y salarios, con la cancelación de los recortes y su sustitución por medidas para impulsar la economía y con riqueza procedente de los impuestos para que haya fondos para ayudar a los más débiles».
«Las posturas de campaña de Samaras son diametralmente opuestas a las de un gobierno de izquierda. Pero lo más importante: ha firmado el segundo acuerdo de préstamo y las duras medidas aplicadas al pueblo griego. Teniendo en cuenta estos hechos, no puede haber un gobierno de salvación nacional, como lo llama él, porque sus firmas y compromisos para con el acuerdo de préstamo no suponen una salvación, sino una tragedia para el país», explicó.
En cambio, defendió «la oportunidad para una vía radicalmente distinta» tras el castigo electoral a la política de austeridad. «Ha llegado el momento de que sea retirada» concluyó.
Ante el fracaso de Samaras, Syriza podría intentar formar una coalición de grupos de izquierda, aunque tampoco cuentan con mayoría y existen grandes diferencias con los ortodoxos comunistas del KKE.
Por su parte, el partido Izquierda Democrática se mostró «a favor de un gobierno con la máxima legitimidad posible, popular e institucional», según indicó su líder, Fotis Kuvelis, tras su encuentro con Samaras. «Pero un gobierno así no puede ser un gobierno de coalición entre Nueva Democracia y el Pasok porque ayer fueron castigados con el voto».
Llamamientos del Pasok
Ante el riesgo de formar un gobierno frágil o de que se convoquen nuevas elecciones, previamente, Venizelos había apelado a Syriza e Izquierda democrática (Dimar), segunda y sexta fuerza política, respectivamente, para que se sumaran al Gobierno, «Para que el país salga de la crisis consideramos necesario que cada fuerza política que se declare proeuropea asuma sus responsabilidades», afirmó el líder socialdemócrata.
Además, se mostró dispuesto a que los altos cargos del Pasok no obtengan puestos importantes en un eventual gabinete. El líder del Pasok, que ha sufrido una debacle en las elecciones, perdiendo hasta 30 puntos porcentuales respecto al apoyo recibido en 2009 y cayendo a la tercera posición, quiso tentar a las fuerzas de izquierda considerando factible que se renegocie el memorándum de medidas de austeridad promovido por la UE como condición al segundo plan de rescate a Grecia.
A su juicio, esta renegociación es posible -aunque desde la UE se ha negado una y otra vez- gracias al «cambio de equilibrio de fuerzas» que ha supuesto la elección de François Hollande como presidente francés. «La renegociación que emprendería este gobierno de unidad nacional tiene un límite: que Grecia permanezca en la zona euro», explicó. También Samaras prometió cambiar las políticas del memorándum» de austeridad.
Por otro lado, el líder del derechista Griegos Independientes, Panos Kammenos, cuarto partido con 33 diputados, incluso descartó entrevistarse con Samaras, quien le expulsó de Nueva Democracia por oponerse a las medidas de austeridad promovidas por la UE.
Samaras también contactó por teléfono con los responsables del Partido Comunista (KKE), quienes confirmaron el previsible rechazo formar parte de un gobierno de coalición liderado por los conservadores.
Por otra parte, la Bolsa de Grecia se desplomaba más de un 7% como reacción a que ND y Pasok no hayan alcanzado los diputados necesarios para formar un gobierno de coalición. El sector bancario se llevaba la peor parte en la sesión con descensos superiores al 15%.
Syriza rechazó una coalición con ND y Pasok porque «no puede haber un gobierno de salvación nacional. Los compromisos de Samaras con el acuerdo de préstamo no suponen una salvación, sino una tragedia para el país».
«Fuimos los primeros en avisar de las consecuencias del programa (de austeridad), fuimos los primeros en decir que podría suponer un riesgo de ingobernabilidad», se excusó Samaras por su fracaso.
«Los partidos de los bancos son minoritarios, pero van a formar una coalición. Nosotros seremos la oposición mayoritaria con la posibilidad de aprobar enmiendas y aprovechar sus discrepancias. Y un día fracasaran definitivamente. Incluso si forman una coalición, no durará y nosotros estaremos allí», auguraba una militante de Syriza en las celebraciones del domingo. La Coalición de Izquierda Radical, que en 2009 solo había logrado un 5% de los votos, se ha convertido en la segunda fuerza política del país, superando al histórico Pasok y sorprendiendo incluso a sus propios militantes. La coalición agrupa a grupos de izquierda en torno a la oposición a las políticas neoliberales, contra las leyes «antiterroristas» y la participación en los foros antimundialización. Se formó en 2004 en torno a la Coalición de Izquierda en Movimiento y Verdes, que se define como seguidora del «socialismo democrático, el ecologismo, le antimilitarismo y el feminismo». El segundo grupo en importancia es el Partido Comunista del Interior, que forma pate de la Izquierda Europa con Izquierda Unida española. La Izquierda Internacionalista de los Trabajadores, grupo muy activo en el Foro Social, y el Movimiento por la Unidad de Acción de Izquierda, escindido del ortodoxo Partido Comunista de Grecia son los otros principales componentes, junto a pequeños grupos como Ciudadanos Activos. Actualmente agrupa a nuevos colectivos, como disidentes del Pasok y movimientos estudiantiles, aunque también ha sufrido escisiones, como la Izquierda Democrática, que el domingo logró 19 diputados. GARA