Los palestinos exigen a Occidente que pague su deuda por la Naqba
Los palestinos conmemoraron la Naqba o «Día de la catástrofe», que hace 64 años llevó al exilio forzado a más de 760.000 personas. La celebración de este año viene marcada por el fin de la huelga de hambre que desde el 17 abril y, en algunos casos desde el 29 de febrero, mantenían 2.000 presos. Una protesta vista ayer como «una victoria de la resistencia pacífica contra la ocupación y colonización».
GARA | RAMALLAH
El jefe negociador palestino, Saeb Erekat, pidió a la comunidad internacional que «pague su deuda histórica con el pueblo palestino» por la Naqba, el exilio y expulsión de sus tierras que los palestinos conmemoran ayer con marchas y manifestaciones. «Hace 64 años, la vibrante sociedad y rica cultura de una nación fue forzada al exilio y la expulsión masiva. Un país fue borrado del mapa. Hoy, la comunidad internacional tiene la responsabilidad moral de reparar lo que se ha hecho», subrayó.
«La forma de corregir esta injusticia es poner fin a la impunidad de Israel y hacer efectivas las legítimas aspiraciones del pueblo palestino de autodeterminación, independencia y retorno», agregó Erekat, uno de los principales asesores del presidente de la Autoridad Palestina Mahmud Abbas y miembro del Comité Central de la OLP.
La Naqba, que supuso la huida o expulsión de sus hogares de más de 760.000 palestinos entre 1948 y 1949, es una «sombría ocasión que la comunidad internacional debe usar para corregir la injusticia histórica que cayó sobre el pueblo palestino», expresó el dirigente palestino.
Desde entonces, Israel ha vulnerado decenas de resoluciones de la ONU, lo que ha supuesto «una burla del sistema internacional y una amenaza a la paz internacional», remarcó.
Ayer, miles de palestinos se manifestaron en Gaza capital tras un mapa de quince metros de la Palestina histórica que transportaban ocho jóvenes.
Representantes de Hamas, Al Fatah y otros grupos participaron en la manifestación, organizada de forma conjunta y que concluyó en la sede de la ONU. Horas antes, una furgoneta amarilla recorrió las calles de la capital llamando con un altavoz a participar en la marcha.
«He venido a esta manifestación para decir al mundo que Palestina es nuestro derecho. Yo no nací en Yafa -actualmente en la frontera de Israel-, pero mi padre, que murió hace cinco años, sí. Vivo en Gaza, pero aún me considero un palestino de Yafa», manifestó Ahmed Abu Salem, maestro de profesión.
En paralelo, el Ministerio de Juventud y Deportes del Gobierno de Hamas organizó un maratón en el que participaron cientos de personas de edades entre los 8 y 60 años.
Los corredores, entre los que estaba el propio jefe del Ejecutivo, Ismail Haniyeh, vestían camisetas con lemas como «Jerusalén es nuestro» o «Palestina es nuestro derecho».
En Jan Yunis, al sur de la Franja, decenas de palestinos se congregaron con las vestimentas tradicionales campesinas que llevaban sus antepasados en las cerca de 400 aldeas palestinas vaciadas y destruidas tras la Naqba. Los participantes simularon la recogida del trigo y colocaron haimas, frente a las cuales se cocinaron platos típicos de la región y se representó una boda tradicional y una reunión de campesinos frente al fuego. Una recreación que busca «preservar los recuerdos y mostrar al mundo cómo vivían los palestinos en sus localidades antes de 1948», explicó Mazen Abu Zeid, presidente del Comité Popular de Refugiados en Jan Yunis.
En Ramallah, Cisjordania, se registraron 80 heridos según informaron fuentes médicas en enfrentamientos registrados en los alrededores de la prisión militar de Ofer y del puesto de control de Qalandiya, entre Jerusalén y Ramallah, donde antes de los incidentes hubo una multitudinaria movilización.
Las fuerzas israelíes emplearon gases lacrimógenos y pelotas de goma bajo el argumento de que los manifestantes les arrojaron piedras.
El año pasado, Israel abrió fuego contra columnas de manifestantes procedentes de Siria y Líbano, matando a 14.
El legislador de Hamas Musheer al-Masri aseguró ante miles de manifestantes en Gaza que «jamás olvidaremos ni negociaremos el derecho al retorno de todos los palestinos». «64 años después, seguimos bajo una ocupación cada vez más criminal que comete masacres contra nuestra población», denunció.
Un cohete fue lanzado ayer desde la Franja de Gaza al sur del Estado isarelí, impactando en la región de Shaar Hanegev sin causar daños ni víctimas.
Israel entregará los cadáveres de un centenar de palestinos a sus familias como parte del acuerdo firmado el lunes por la tarde con los cerca de 2.000 presos palestinos en huelga de hambre.
El portavoz del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, Ofir Gendelman, informó a la agencia de noticias palestina Maan de que el Gobierno ha aceptado entregar los cuerpos en un «gesto de buena voluntad» hacia la Autoridad Palestina. Israel tiene cientos de cadáveres de palestinos en lo que llama el Cementerio de los Combatientes Enemigos, conocido por los palestinos como el Cementerio de los Números.
Un miembro de Hamas reiteró que, como parte del acuerdo, Israel también se comprometió a presentar cargos en contra de los presos o liberarlos, a terminar con su confinamiento en solitario y a permitir las visitas de familiares residente en Gaza.
A cambio, dijo Gendelman, los presos dieron su palabra de dejar la huelga y a no organizar ninguna otra acción. El portavoz de Netanyahu advirtió de que si incumplen alguna de las condiciones, el acuerdo se cancelará inmediatamente. GARA