El futuro tren de alta velocidad (TAV) marroquí, el primero en el mundo árabe, ha suscitado la polémica. Frente a quienes apoyan la iniciativa aseguran- do que promoverá el crecimiento en Marrueco, el colectivo «Stop TGV» pide paralizar un proyecto que cree «inadecuado» para un país pobre que ocupa el puesto 130 en cuando a desarrollo humano.

La obra está ya en marcha y tiene previsto conectar para finales de 2015 Rabat, Casablanca y Tánger en algo más de dos horas.

«Stop TGV» insiste en que este proyecto «no es una prioridad» para Marruecos, donde muchas regiones no tienen aún servicio ferroviario y donde los 25.000 millones de dirhams que costará supondrían 25.000 escuelas rurales, 16.000 bibliotecas, 10.000 mediatecas y y 25 centros universitarios hospitalarios.