Martxelo Díaz Periodista
Revitalizar el Pirineo aragonés
El Pirineo aragonés, a pesar de su belleza natural, es una de las zonas económicamente más deprimidas del Estado. La falta de inversiones de las administraciones públicas ha condenado a los habitantes de esta zona a vivir sin los servicios que en otras zonas nos parecen cotidianas. Para cualquier gestión hay que pegarse una kilometrada por carreteras en malas condiciones y con una dura climatología. Tal y como sucede en Ipar Euskal Herria, la apuesta en exclusiva por el turismo, en este caso el de la nieve, ha cerrado el paso a otras actividades económicas. Se construyen apartamentos para que turistas, muchos de llos navarros y guipuzcoanos, vayan a pasar el fin de semana a esquiar mientras que quienes viven en la zona no tienen más remedio que emigrar porque no pueden ganarse la vida. La única inversión prevista en los próximos años es el recrecimiento del pantano de Esa, que puede ser la puntilla para muchos pueblos al anegar sus tierras de cultivo. Desolador.
Menos mal que el Gobierno navarro ha tomado una medida que puede favorecer a esta zona, al menos a quienes tienen gasolineras. Ayer mismo aprobaron el decreto foral que incluye el denominado «céntimo sanitario», por el que quienes reposten en Nafarroa a partir de ahora tendrán que apoquinar 2,5 céntimos suplementarios por cada litro de combustible. Carlos García Adanero, portavoz de UPN, trataba de justificar la necesidad de aplicar todas las medidas antisociales impuestas por Madrid con el argumento de que «Navarra no es una isla». Pues para esto tampoco es una isla y más de un conductor se va a pensar lo de cruzar la muga para repostar en Gipuzkoa, Araba, La Rioja o Aragón. Los empresarios de estaciones de servicio -que cobran en función de los litros que venden- ya han mostrado su preocupación por su futuro. Al menos puede ser un soplo de aire fresco para la gasolinera situada en el cruce de Sigüés hasta que el recrecimiento la deje bajo las aguas, como sucedió con el balneario de Tiermas. Quienes vayan a esquiar sabrán que ni ahí ni en Puen d'a Reina de Chaca tiene efecto la última ocurrencia del tándem Barcina-Jiménez.