Aún se velaba el cadáver de la frustrante final europea de Bucarest y ya saltaron los primeros titulares sobre el supuesto interés del Athletic por Aduriz para la próxima temporada, o se contraatacaba desde otro medio de comunicación con que la fijación prioritaria era el bético Beñat, entre medias se incluía al granadino Mikel Rico y de paso se daba por hecho que la otrora perla de Lezama Ismael López retornará -del Lugo que se jugará el playoff de ascenso a Segunda A con el Eibar- para reforzar la banda izquierda que deja coja la marcha de Gabilondo.

Y mientras unos suenan para venir, otros para volar lejos, como la enésima supuesta oferta del Manchester City por Llorente -un club que cuenta con Kun Agüero, Tévez, Balotelli o Dzeko- o el oscuro objeto de deseo de José Mourinho que se llama Javi Martínez. «A todos nos seduce el proyecto que se está formando aquí. Yo estoy muy a gusto aquí, siempre lo he dicho», respondió el jugador de Aiegi ayer en la sala de prensa en Lezama. «Yo me quiero quedar y creo que todos pensamos eso, aunque no se puede obligar a nadie a quedarse».

Más alto pero no más claro lo dijo la madrugada del viernes en la Cope el propio `9' rojiblanco: «Es lógico que salgan cosas, porque los periódicos tienen que vender», al tiempo que negó cualquier oferta del City ni de nadie. «Yo estoy a gusto en Bilbao, siempre hay un tira y afloja en las negociones, pero veremos cuándo acaba. Yo espero que pueda ser pronto y todos contentos». Vamos, que se queda, lo mismo que se espera haga Marcelo Bielsa, que anunciará su decisión en cuanto termine la final de Copa.

Pero para culebrón, el de los posibles refuerzos. Con los adioses de Gabilondo, Koikili -ya le colocan en el Valladolid- y Ocio, habrá que ver qué dan de sí las cesiones, si las sigue habiendo y analizar qué hace falta para la próxima campaña y si eso está fuera o en la propia casa.

No hay que olvidar que Gurpegi, Igor Martínez, Castillo, incluso se habla de la vuelta de Balenziaga, estarán a disposición de Bielsa, por no hablar de las oportunidades que pueda tener Ramalho o algún compañero más de abajo.

Aduriz y Beñat son los nombres propios por excelencia, los que van a sonar y cada vez más en cuanto la temporada toque a su fin. El fichaje del primero seguro que es ya en Bilbo tema de inacabable tertulia: con 31 años, a qué precio le dejaría libre el Valencia, en qué condiciones vendría, si hay o no una alternativa de presente en la cantera... Respecto a Beñat, otro tanto: jugador apetecible sí, pero a qué precio -«por diez millones no lo venderíamos», avisó ayer el técnico bético Pepe Mel- y, de nuevo, qué mensaje se lanzaría a los Ruiz de Galarreta, Peña y demás.