La última sesión de la semana sirvió para parar la sangría del Ibex, aunque en las últimas cinco sesiones acumula una bajada del 6,13%. En el día de ayer se amortiguó el miedo a una intervención de Bruselas para parar el descalabro del sistema financiero, cada vez menos irreal por el aumento de la mora y las nuevas exigencias de provisiones para cubrir el riesgo del ladrillo. Con todo, la alarma sigue presente entre los inversores, que esperan un nuevo enfoque del futuro gracias al impulso del crecimiento promovido por François Hollande y a la rebaja en las pretensiones de austeridad de Merkel. Por la mañana, el miedo a aumentar el agujero en el Ibex estaba justificado por la rebaja del ráting en 16 entidades financieras y la elevada prima de riesgo, instalada hace días en el entorno de los 500 puntos. Al cierre, el Ibex recuperó un 0,44%, y el lunes saldrá desde los 6.566,70 puntos. En el resto de Europa estuvieron más centrados en las consecuencias de la posible salida de Grecia del euro, por lo que todos los índices finalizaron en rojo. Londres cayó un 1,33%, Fráncfort, un 0,60%, y París, un 0,13%. En el Ibex, la estrella fue Bankia, que remontó un 23,49% tras los duros reveses de sesiones anteriores. BBVA (+3,69%) y Santander (+2,97%), por su parte, rubricaron el despertar de todo el sector. También brillaron los saltos de Sacyr (+16,58%) e Indra (+7,98%). Entre los perdedores, destacó Gamesa (-4,53%). En París, la lista de los ganadores estuvo liderada por BNP Paribas (+2,94%) y Société Générale (+2,30), frente a Pernod Ricard (-3,90%) y EADS (-3,29%), los peores de la sesión.