La portavoz de la izquierda abertzale Maribi Ugarteburu reiteró ayer que el nuevo tiempo político precisa del diálogo de los gobiernos español y francés con ETA «para abordar la solución para toda la agenda correspondiente a las consecuencias del conflicto». Se dirigió especialmente al Ejecutivo de Mariano Rajoy, ante su negativa a hablar con la organización armada, después de que esta anunciara el pasado miércoles que ha nombrado una delegación para entablar un «diálogo directo» con los gobiernos español y francés de acuerdo a las condiciones propuestas en la Declaración de Aiete.

«La izquierda abertzale os lo repetirá todas las veces que haga falta: vuestro inmovilismo prolonga el sufrimiento, nada más», manifestó Ugarteburu, quien añadió que «ese inmovilismo es totalmente incomprensible y rechazado ya por la mayoría social de Euskal Herria».

En el mismo sentido, recordó que una de las cuestiones que ambos ejecutivos deben abordar «sin más dilación» es «el cumplimiento y garantía de todos los derechos que corresponden a los presos políticos vascos».

«Ni antes, ni ahora ni nunca»

Por su parte, el ministro español de Interior, Jorge Fernández Díaz, insistió ayer desde Munich en exigir la disolución de ETA. Antes de participar en una cumbre del denominado G6 en la capital bávara, Fernández se entrevistó con el recién nombrado ministro francés de Interior, Manuel Valls.

En declaraciones a los medios, Fernández señaló que el mensaje que hizo llegar a su homólogo francés es que «la posición del Gobierno de España en relación con ETA es que no ha habido, ni hay ni va a haber en ningún momento ningún tipo de negociación», porque «el Gobierno de España ni ha negociado, ni negocia ni va a negociar jamás con una organización terrorista».

Tras una reunión bilateral, que según informó posteriormente el Ministerio español de Interior desde Madrid, se prologó durante unos 25 minutos, Manuel Valls compareció ante la prensa, pese a que en un primer momento solo estaba prevista la aparición de Fernández.

Valls dejó sentado que el Ejecutivo galo va a mantener su colaboración con Madrid en materia policial y que apoya «todas las políticas de España» en la lucha contra ETA.

Como es habitual, el ministro francés manifestó que «le corresponde al Gobierno español y solo al Gobierno español aportar las respuestas que considere útiles», al tiempo que subrayó que «la posición del Gobierno español es también la del Gobierno francés».

Según indicaron algunas agencias, durante su encuentro ambos políticos conversaron en castellano y en catalán. Manuel Valls, nacido en Barcelona en 1962, es hijo de un exiliado catalán.