El presidente francés, François Hollande, reiteró ayer su intención de retirar las tropas francesas de Afganistán antes de fin de este año en un encuentro con los medios de comunicación en el Despacho Oval de la Casa Blanca, tras su reunión con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama.

La situación de Grecia o el crecimiento económico de la zona del euro no presentaban dificultades para el entendimiento, ya que ambos mandatarios comparten el discurso de la necesidad de medidas de estímulo a la economía. Pero en el caso de Afganistán, Hollande ha prometido la retirada de los 3.000 efectivos que el Ejército francés tiene en suelo afgano antes de la fecha prevista por la OTAN, finales de 2014.

«Le he recordado al presidente Obama que hice la promesa de que retiraremos nuestras tropas de combate de Afganistán a finales de 2012», señaló el nuevo jefe de Estado francés.

Más tarde, antes del comienzo de la cumbre del G8 en Camp David, insistió en que «la retirada no es negociable. La retirada de las fuerzas combatientes es una decisión de Francia y se aplicará».

Sin embargo, ante Obama suavizó estos planes al indicar que pretende mantener la colaboración con la OTAN en el conflicto de Afganistán «de una forma diferente», aunque no precisó los detalles sobre el nuevo papel que jugaría el Estado francés a partir de 2013, un aspecto que deberá aclarar hoy en la cumbre de la OTAN en Chicago. «Podemos encontrar las modalidades que permitan a la vez a nuestros aliados continuar su misión y a Francia respetar la palabra que he dado al pueblo francés», añadió.

Obama no criticó la posición del presidente francés, pero recalcó que los estados de la OTAN deben mantener su compromiso de ayudar a que «los afganos consigan seguridad y continuar por la senda del desarrollo».

Hollande dijo ser consciente de que París forma parte de una alianza y que tiene sus compromisos, pero que tomará sus decisiones en cooperación con su socios. «En el área de Kapisa (al noreste de Kabul, la provincia bajo control militar francés), las tropas afganas tomarán el relevo de las tropas francesas, lo que permite la retirada, lo he confirmado en una conversación telefónica con el presidente Karzai», subrayó el jefe del estado francés.

«Más allá de finales de 2012, los efectivos que queden serán simplemente encargados de la logística para repatriar nuestro material, pero bajo la protección de las fuerzas de la OTAN», añadió.

El presidente francés también dijo que el acuerdo franco-afgano firmado a principios de 2012 por su predecesor, Nicolas Sarkozy, será ratificado y se cumplirán las disposiciones de apoyo a la formación de las fuerzas policiales y de seguridad afganas durante diez años.

Por otro lado, ambos mandatarios destacaron que la alianza entre París y Washington se mantendrá a pesar de los cambios en el poder.

«Le he asegurado que la amistad y la alianza de Estados Unidos y Francia no es solo de una importancia extraordinaria para mí sino que está muy bien valorada por los estadounidenses», señaló Obama. «Cuando Francia y Estados Unidos están de acuerdo, el mundo puede avanzar», añadió Hollande.

Mostrando el tono de camaradería, el presidente norteamericano hizo un símil con comida para destacar sus buenas relaciones. «Las hamburguesas van muy bien con las patatas fritas». En inglés, las patatas fritas se conocen como «french fries».